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| El sueño de la razón produce monstruos, Goya |
El vampiro. John William Polidori
De Lord Ruthven, noble que ha conmocionado a la alta sociedad londinense con su aparición, nadie sabe nada. Es esquivo, misterioso y calculador. El joven Aubrey es, por el contrario, un huérfano ingenuo que se siente inmediatamente atraído por el aura oscura del conde y decide acompañarlo a un largo viaje por Grecia. A lo largo de la estancia, Aubrey comienza a abrigar sospechas sobre la verdadera naturaleza de Lord Ruthven, que parece sembrar la muerte a su alrededor. Sin embargo, cuando resuelve con horror el negro enigma del noble, ya es demasiado tarde.
Se ha dicho, con una picardía no exenta de razón, que el personaje de Ruthven está inspirado en el mismo Byron.
La familia del vurdalak. Alexei Tolstói
Relato anterior a la elaboración de la figura romántica del vampiro y fiel a su primera concepción como criatura repugnante y desagradable, narra la historia de Gorcha, un anciano que parte a defender sus tierras con una única advertencia a su familia: si vuelve con vida después de diez días, sus hijos deberán clavarle una estaca en el corazón. Sin embargo, su vuelta se produce en el décimo día. ¡Díos mío! ¿Se ha cumplido el plazo? Su familia, conmovida y asustada por su presencia, le deja entrar en casa. Es el principio del fin, la llegada del vurdalak, sediento de sangre.
El Tolstói que lo escribió es primo de otro Tolstói, algo más conocido, de nombre León.
No despertéis a los muertos. Johann Ludwig Tieck
Cuando Walter pierde a su bella esposa Brunhilda, con quien ha vivido un apasionado amor de juventud, encuentra pronto consuelo entre los brazos de su segunda mujer, Swanhilda. A pesar de sus nuevas nupcias, no puede olvidarla. Swanhilda es suave, dulce y hogareña, pero Brunhilda era sensual, cruel y animal. Llevado por la melancolía y la desesperación, implora a un brujo que saque a su esposa de la tumba y se la devuelva. Este lo hace, y pronto ambos reviven una historia de amor que, como él averigua con horror más tarde, está podrida por dentro. Paga un precio altísimo por aprender la lección más importante: ¡no despertéis a los muertos!
Parece que la autoría del relato está en discusión entre Johann Ludwig Tieck y Ernst Raupach.
Ligeia. Edgar Allan Poe
Cuando la hermosa e inteligente Lady Ligeia muere, su marido vuelve a contraer matrimonio con Lady Rowena. Es una unión cómoda, pero sin amor, que transcurre sin sobresaltos hasta que ella contrae una extraña enfermedad que la deja postrada en la cama. Las mejorías y las recaídas, cada vez más extremas, se suceden ante los ojos desesperados de su marido, que ve, o cree ver, gotas de sangre en el vaso de su esposa. Tras una agotadora lucha por la vida, él comienza a sospechar si el cuerpo que se agita ante sus ojos es verdaderamente el de Lady Rowena…
Uno de los dos grandes relatos vampíricos, ambos protagonizados por una mujer, que firma Poe.
Berenice. Edgar Allan Poe
Egaeus y su prima Berenice están prometidos, pero, antes de que se pueda celebrar la boda, la novia cae enferma. Su cuerpo comienza a debilitarse, su piel está pálida y cerúlea, su rostro demacrado… Lo único que no parece perder la vitalidad son sus dientes, con los que Egaeus se obsesiona. Cuando Berenice muere, él entra en un trance del que solo despierta cuando le informan, a gritos, de que la tumba de su prima ha sido profanada. Egaeus se ve a sí mismo cubierto de sangre, pero no es el único descubrimiento terrible que hace.
El segundo de los dos principales relatos de vampiros escritos por Poe, ambos con muchos elementos en común.
Vampiro. Emilia Pardo Bazán
El septuagenario don Fortunato y la niña Inesiña, de quince años, contraen matrimonio en el santuario de Nuestra Señora del Plomo. La boda, que causa un asombro mayúsculo, es el inicio de una vida conyugal en la que ella se limita a cuidar y atender a su marido, que tiene muy mala salud, con alegría e ingenuidad. El interés de don Fortunato, en cambio, no es tan inocente: sabe que la juventud de Inesiña es una cura para su cuerpo maltrecho. Poco a poco, él mejora, pero la niña se va consumiendo…
No abundan los relatos de vampiros escritos en lengua española. Uno de los mejores es este, muy original en su modo de presentar el vampirismo: no hay, a lo largo de sus páginas, ni una gota de sangre.
El vampiro estelar. Robert Bloch
Un ansioso aprendiz de escritor, fascinado por el terror y los miedos humanos más primarios, busca un contacto real con el lado más oscuro del ser humano para escribir su mejor historia. Accede a un antiguo libro en latín, Los misterios del gusano, que lleva a un amigo latinista para que se lo lea y traduzca. Desata así la invocación de una criatura de otro mundo, sedienta de sangre humana…
Un relato más contemporáneo que sigue la estela de la ciencia ficción. Bloch, el autor, fue discípulo de H.P. Lovecraft.
He incluido solo relatos cortos, dejando fuera novelas largas -Drácula, de Bram Stoker- y cortas -La muerta enamorada, de Théophile Gautier; y Carmilla, de Joseph Sheridan Le Fanu-. Los enlaces conducen a los cuentos completos, aunque no siempre en la versión traducida que me habría gustado presentar.
