Siete mundos mágicos en los que perderse

Cualquier momento es bueno para soñar con la magia que encierran los libros. Criaturas mitológicas, hechizos, brujas y magos, elixires, dioses de otro tiempo y otro lugar... Todos ellos se ocultan en mundos mágicos literarios que están al alcance de nuestra mano tanto como una novela en la estantería. Y, como el calor estival siempre invita a la ensoñación, hemos reunido siete universos en los que perderse más allá de Narnia o la Tierra Media. Como decía el filósofo Novalis, el mundo se convierte en sueño, el sueño se convierte en mundo... 

Quassinja 

A Quassinja, reino de los recuerdos robados, se accede atravesando la fastuosa Puerta de Ishtar, que se conserva en el museo berlinés de Pérgamo. Está regido por el misterioso dios babilonio Xexano, cuyo nombre oculta otros muchos. En este mundo fantástico, recreado por el alemán Ralf Isau en El Museo de los recuerdos robados, la memoria cobra vida para transformarse en un sueño o en una pesadilla que se extiende desde el desierto de Nemón hasta la mítica biblioteca de Alejandría. 

Dorimare 

El mágico país de Dorimare linda con el oscuro Reino de las Hadas, reverenciado y temido en toda la nación. Su capital es Entrebrumas, una próspera ciudad no muy lejos de las colinas Élficas, donde dorimaritas de toda clase y condición residen alegres y confiados hasta la llegada de la fruta de las hadas. Este mundo mágico está basado en las leyendas del folclore anglosajón y fue ideado por Hope Mirrlees en Entrebrumas hace casi cien años, cuando Narnia y la Tierra Media aún no llevaban pañales. 

Mundo de Tinta 

El Mundo de Tinta es una perfecta combinación entre el mundo real y la literatura fantástica. Gracias a la mágica voz de Mo, los personajes de los cuentos cobran vida para transitar entre un universo y el otro, pero, ¡cuidado!: los humanos pueden quedar atrapados entre las páginas del libro. La niña Meggie, Dedo Polvoriento o el malvado Capricornio son algunos de los habitantes de este mundo literario, nacido de la mente de Cornelia Funke para la trilogía iniciada con Corazón de Tinta. 

Itrea 

El oscuro universo de Itrea está gobernado con mano de hierro por la bruja Dragwena, que nutre su reino de esclavos secuestrando niños terrestres y sometiéndolos a su voluntad. Bajo la enorme luna fría de Armat, Itrea se cubre de una nieve helada hasta donde alcanza la vista. Fue ideada por Cliff Mcnish, que escribió la trilogía El Maleficio para su hija Raquel. 

Tierra del Mago  

Un mundo mágico clásico repleto de castillos, marismas, extrañas criaturas, princesas, brujas y poderosos nigromantes. La Tierra del Mago, concebida por Angie Sage para su trilogía Septimus, mira hacia lo medieval y acoge el peligroso viaje iniciático de un joven aprendiz de brujo. Hay dragones, lobos y todo un universo de montañas, pantanos y tierras inhóspitas que encierran peligros difíciles de imaginar. 

Nazagur 

Como homenaje a Michael Ende y su inolvidable Fantasía, Ulrike Schwienkert recupera en Los secretos de Nazagur el mundo mágico regido por la Emperatriz Inantil en una aventura en la que ya no es Bastian quien acude al rescate del reino. La Torre de Marfil y otros elementos clásicos del universo de Ende apelan a la nostalgia del lector, que encuentra aquí un mundo oscuro cuyo epicentro es, en esta ocasión, el peligroso reino de Nazagur. 

Idhún 

El más conocido de todos los mundos reseñados y un clásico de la literatura fantástica contemporánea. Laura Gallego construye en la trilogía Memorias de Idhún un universo habitado por seis razas y criaturas semidivinas. Entre ellos se encuentran los sheks, serpientes aladas expulsadas del mundo y traídas de vuelta a Idhún por el poderoso nigromante Ashran. Dragones, unicornios, humanos y celestes combatirán al mago bajo las tres lunas y los tres soles que iluminan el mundo.