Habitualmente, la infancia suele ser la
etapa vital que recordamos con mayor cariño. Los juegos, las risas,
las reuniones familiares, las fechas señaladas en el calendario
(sobre todo las navideñas y vacacionales) y los primeros amigos. Una
empieza a ser consciente de sus emociones y a relacionarse con el
otro. La fase de aprendizaje desde la que construir nuestro engranaje
y herramientas sociales futuras. Para mi suerte, mi madre nos inculcó
desde crías (a mi hermana y a la que suscribe) la pasión por la
lectura y en casa nos acompañaban lecturas varias y, cómo no, allí
también estaban las obras de Gloria Fuertes.
Fotografía del Archivo ABC |
Un 28 de julio de 1917 nació en el
castizo barrio de Lavapiés (Madrid) una de las escritoras más
tristemente ninguneadas por la literatura castellana que, sin
embargo, ha encontrado en la manida expresión de 'más vale tarde
que nunca' su medalla al mérito. Una labor vilipendiada por sus
coetáneos (en su mayoría masculinos) y por sus colaboraciones en
programas como Un globo, dos globos, tres globos, programa
didáctico realizado para TVE para enseñar a los más pequeños de
casa desde la televisión. Tal fue el éxito del mismo que no
tardarían en llegar las famosas imitaciones por parte de Martes y
Trece o el olvido absoluto de sus obras anteriores. La figura de
Gloria Fuertes se esfumó en el parnaso literario a la vez que crecía
su fama como adalid de la poesía de rima fácil, carácter infantil
e, incluso, ingenuo. Craso error.
Gloria Fuertes expresó su necesidad de
ser escritora desde sus primeros años adolescentes como así
demuestra su primer poema publicado, Niñez, Juventud y Vejez,
en el año 1932. Dos años después fallecería su madre y la
necesidad de ingresar dinero en una casa humilde como la suya hizo
que la madrileña tuviera que compaginar ambas actividades. Corazón
y bolsillo. Pasión y necesidad. Gloria Fuertes fue una mujer llena
de energía que lejos de achantarse ante este tipo de situaciones,
duplicaba sus esfuerzos por dar vida a toda aquella prosa y poesía
que paseaba por su mente. Sin convertir este pequeño homenaje en
sesudo estudio sobre la denostada escritora, simplemente citaré
algunas de sus colaboraciones periódicas: Maravillas,
Pelayos, junto con Rumbos o Arqueros (creada junto
a Rafael Mir, Julio Mariscal y Antonio Gala). La Guerra Civil marcó
sus versos, pero la posguerra no fue suficiente para callar su voz.
En 1951 fundó Versos con faldas junto a sus colegas Adelaida
Las Santas y María Dolores de Pablos, lo más parecido a una
asociación feminista actual. La única vía sincera desde la que
difundir sus obras y pedir una igualdad aún no consolidada. Un claro
ejemplo de la personalidad de Gloria Fuertes, generosa tanto en lo
personal como en lo profesional. Una figura repleta de ángulos aún
por identificar.
Ejemplar de la revista Maravillas |
Con motivo del centenario de su
nacimiento, Madrid ha rendido los homenajes correspondientes a través
de diversas actividades (exposiciones biográficas, renombramientos
de plazuelas, etc.) desde las que relanzar la figura de una escritora
que reivindicó la igualdad entre mujeres y hombres, se posicionó a
favor del pacifismo y mantuvo siempre una coherente postura en la
defensa del medio ambiente, nuestro bien más preciado. Las
efemérides siempre ayudan, pero no deben quedarse en flor de un día.
Ponga una obra de Gloria Fuertes en su vida, verá la vida desde otra
mirada.
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