martes, 17 de abril de 2018

La maldición de los poetas románticos

Arthur Rimbaud
Es de sobra conocida la tradicional asociación entre el genio y la desgracia, entre el talento y la pobreza. Así, cuando pensamos en grandes maestros del arte y la literatura nos viene a la cabeza el pintor Van Gogh, que se cercenó una oreja y vendió un único cuadro en su vida –¡a su hermano!-. Esta maldición, mezcla de verdad y mentira, ha afectado por igual a grandes artistas y literatos, aunque hay un colectivo al que parece afectar especialmente: el de los poetas y escritores románticos y simbolistas.

El sobrenombre Los poetas malditos, título de un libro de ensayos de Paul Verlaine, no es en absoluto casual. El propio escritor se hacía llamar 'Pauvre Lelian', un anagrama de su nombre. En la obra, el francés se hace eco de una teoría muy popular del Romanticismo que mantiene que los dones literarios de los poetas traen como consecuencia una vida trágica y una tendencia autodestructiva. El mismo Verlaine, que mantiene una relación tormentosa con otro joven poeta, Arthur Rimbaud, dispara dos veces sobre su amante y cumple condena en un penal belga. Muere solo y con graves problemas económicos en París a la edad de 51 años, aunque su muerte no deja de esta rodeada de cierta leyenda: se dice que a la estatua de la Poesía se le rompió un brazo en el momento en el que el coche fúnebre pasaba ante ella. Rimbaud no corrió mejor suerte y murió antes de cumplir 40 años, habiendo sido poeta, vagabundo, traficante de armas y desertor del ejército.

Baudelaire es otro de los grandes malditos de la literatura, el primero en recibir esa denominación. Su obra más célebre, Las flores del mal, le valió un juicio y una condena por ofensa a la moral pública. Cayó en desgracia y, a pesar de sus intentos por reeditar su obra y ganarse la vida dando conferencias, acabó sus días paralizado por la sífilis en una clínica de París. Antes de morir se venga de su ciudad de acogida, Bruselas, donde vivió dos años, con su panfleto ''¡Pobre Bélgica!''.

En Inglaterra, la generación más conocida de poetas románticos -hubo dos- incluye a Byron, Shelley y Keats, todos ellos muertos a edad muy temprana. Sus excesos y escándalos personales llegaron a ser tan conocidos como sus obras, especialmente en el caso de Lord Byron. La ligera deformidad con la que nació no le impidió llevar una vida tan extravagante y libertina que, a su muerte, no se permitió que el cuerpo fuera sepultado en la Abadía de Westminster. La tuberculosis, enfermedad romántica por excelencia, acabó prematuramente con la vida de Keats, que vivía aterrorizado por la oscuridad y la muerte. Y, en un final morboso como pocos, el corazón de Shelley fue extraído de su pecho y conservado en un pañuelo de seda por su esposa Mary, la creadora de Frankenstein.

Entre los literatos decimonónicos españoles también hay ejemplos. Nuestro poeta romántico por excelencia, Bécquer, alcanzó una fama en vida incomparable a la que le llegaría en muerte. Cuando preparaba la publicación de El libro de los gorriones, una recopilación de sus poemas, decidió dejar el manuscrito en casa de su amigo González Bravo, ministro conservador. Una multitud que acudió a protestar contra el gobierno lo quemó. Bécquer intentó volver a escribir su obra, pero murió antes de terminarla. Por su parte, el articulista Larra, entre cuyas obras destaca ''El Día de Difuntos de 1836'', se pegó un tiro a los 27 años por mal de amores. Su mujer, Dolores, de la que estaba separado, no quiso volver con él.

Bécquer en su lecho de muerte, por Vicente Palmaroli
Otro escritor maldito es el alemán Büchner, a quien se enmarca en el Romanticismo a pesar de romper por completo con esta corriente. Era amigo y profundo admirador del gran Goethe, hasta que su relación se rompe por un rifirrafe amoroso. Büchner acaba volviéndose loco y muere solo en las calles de Moscú.

Finalizamos con Edgar Allan Poe, uno de los grandes maestros de la literatura contemporánea y padre del cuento moderno. El americano tuvo una vida muy desgraciada dominada por sus problemas mentales. Se casó con su prima Virginia, que apenas contaba trece años el día de la boda. En sus últimos días, Poe es hallado por un amigo en las calles de Baltimore, muy alterado y en situación de delirium tremens a causa del alcohol. Julio Cortázar recoge en uno de sus cuentos el final del gran autor americano, que va vestido con ropas que no son suyas e invoca a un desconocido Reynolds. Antes de morir, siempre según la leyenda que rodea su muerte, grita ''¡Que Dios ayude a mi pobre alma!''.

16 comentarios:

  1. Una entrada muy buena, me ha gustado...
    Besos

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    1. ¡Hola, Aylavella!,
      Muchas gracias ^^. Nos alegramos de que te haya gustado y de haberte acercado un poquito más a los poetas románticos.
      Un besito de tinta y hasta pronto.
      Nos leemos :D

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  2. hola! somos las buhas de la iniciativa seamos seguidores y ya te seguimos, encantadisimas con tu reseña, nos gusta mucho Poe y todas estas historias trágicas, una entrada diferente que se agradece, saludosbuhos!

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    1. ¡Hola, Buho Evanescente!,
      Bienvenida a nuestro pequeño rincón literario ^^. Estamos encantadas de que nos hayáis hecho esta visita. Ahora mismo vamos a ver vuestro blog y os seguimos de vuelta ;)
      Muchas gracias por vuestro comentario ^^. Nos alegramos de que os haya gustado esta entrada distinta y diferente sobre los poetas románticos.
      Un besito de tinta y hasta pronto. Nos leemos :D

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  3. Una entrada peculiar. Solo conocía el caso de Van Gogh y Baudelaire. Pero si, viendo todo lo que cuentas está claro que hay una maldición sobre ellos!! Un beso

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    1. ¡Hola, Almudena!,
      Muchas gracias por tus comentarios. Ya sabes que nos gusta traer cosas variadas y distintas al blog ;) y este post nos parecía muy interesante por esa "maldición" que parece pesar sobre ellos.
      Gracias por leernos.
      Un besito de tinta y hasta pronto. Nos leemos :D

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  4. ¡Hola! La verdad que yo me di cuenta de esto cuando estuve estudiando literatura. Entre las desgracias y que casi todos se mueren antes de tiempo...¡Qué pena! Pero bueno, mientras les recordemos y sus obras sigan en nuestras vidas...:).
    Un beso desde Jardines de papel .
    ¡Nos leemos!

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    1. ¡Hola, Eurus!,
      Muchas gracias por pasarte :)
      La verdad es que en el mundo de los artistas y de la literatura hay muchos casos :(
      Por suerte, nos quedan sus obras, como bien dices.
      Un besito de tinta y hasta pronto. Nos leemos :D

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  5. Hola Pandora!! Qué gran entrada!! Nunca me paré a pensar en la cantidad de finales trágicos que padecieron estos escritores. A veces sus muertes son más misteriosas u horribles que sus escritos en vida. ¡Genial tu entrada! Besos!!

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    1. ¡Hola, Ana Granger!,
      Nos alegramos de que te haya gustado esta entrada tan especial ^^.
      Tienes toda la razón en que muchas veces su vida es más misteriosa que cualquiera de sus escritos, por muy turbulentos que estos fueran.
      Gracias por tus comentarios.
      Un besito de tinta y hasta pronto.
      Nos leemos :D

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  6. Hola. Genial esta entrada. La comparto en mis redes y os felicito por ella.

    Un beso y buen día.

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    1. ¡Hola, Carmen!,
      Muchas gracias ^^. Nos alegramos de que te haya gustado tanto esta entrada tan especial y diferente ;), y de que la quieras compartir.
      Gracias por tu comentario y por hacérnoslo saber :D
      Un besito de tinta y hasta pronto.
      Nos leemos :D

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  7. ¡Hola! Me encantó esta entrada, siempre es genial recordar un poco de la historia de la literatura.

    Nos estamos leyendo,

    Montse ;)

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    1. ¡Hola, Montse!,
      Muchas gracias por pasarte y comentar :)
      Nos alegramos de que te haya gustado esta entrada especial.
      Un besito de tinta y hasta pronto. Nos leemos :D

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  8. ¡Hola!
    Me ha encantado la entrada :D Es muy interesante que traigas a estos grandes de la literatura y de cómo acabaron. La verdad es que es una pena que antes no se les apreciara tanto, las penas por las que pasaron... Pero a la vista está que sus obras se siguen recordando a día de hoy ^^

    ¡Un beso!

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    1. ¡Hola, Mari!,
      Me alegro de que te haya gustado esta entrada especial ;)
      La verdad es que nos pareció de lo más curioso, y no podíamos no traerlos.
      Menos mal que nos quedan sus obras.
      Un besito de tinta y hasta pronto. Nos leemos :D

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