La mujer en la ventana. A. J. Finn

Ficha técnica 

Título: La mujer en la ventana 

Autor: A.J. Finn 

Editorial: Círculo de Lectores 

Número de páginas: 537 

Año de publicación: 2018 

ISBN: 9-788467-273213 

Sinopsis 

La vida de Anna era antes muy diferente. Vivía con su marido y su hija en un barrio residencial de Nueva York y pasaba consulta como psicóloga junto a su socio, Wesley. Ahora, tras la marcha de Ed y Livy, vive sola. Ya no puede salir de casa. Espía la rutina de sus vecinos desde la ventana, inventa nombres, historias, conversaciones. Cuando los Russell se mudan al vecindario, Anna los convierte en objetivo de su cámara y sigue su día a día hasta que ve algo que no debería haber visto. 

Acerca del autor 

Como en su novela, hay muchas cosas en la vida de A.J. Finn que son un misterio. Por ejemplo, su nombre. En realidad, se llama Dan Mallory y, como Anna, es un treintañero que vive en Nueva York. Aunque este es su primer libro, Dan / A.J. ya tiene mucha soltura en esto de escribir: ha colaborado con The Washington Post o Los Angeles Times, entre otros. Su estreno en el mundo editorial no podía haber ido mejor: La mujer en la ventana ha sido número uno del New York Times durante varias semanas. 

Reseña 

En literatura, como en cine, el éxito de un determinado planteamiento da siempre paso a una oleada de obras de estilo y temática similares, escritas –o filmadas- con mayor o menor acierto. Ocurrió con la fantasía y la magia después de Harry Potter, ocurrió con la ficción erótica tras Cincuenta sombras de Grey y ha ocurrido con el thriller después de la publicación de La chica del tren, que supuso el comienzo de la ola más reciente del género. 

Algunas de estas obras no alcanzan las ventas –y, en muchos casos, la calidad- de esas novelas pioneras que han abierto camino. La mujer en la ventana forma parte de este grupo de libros de misterio, acción y suspense que han proliferado como setas en los últimos años y mantiene un nivel muy aceptable. Me ha sorprendido gratamente. 

A.J. Finn utiliza elementos que ya se han convertido en un clásico del género: capítulos y frases cortas, imágenes impactantes, narrador en primera persona, escenas intensas de escasa duración que dejan al lector sediento. Casi como si del guion de una serie se tratase, la novela va ofreciendo pensamientos, conversaciones y situaciones extremas que se narran con extrema sencillez y que, al mismo tiempo, son un puñetazo en el estómago que deja sin aliento. 

Si hay algo por lo que se caracterizan estas novelas es por el cambio continuo y brusco en el argumento. Siempre hay un elemento escondido en la historia desde el primer momento que busca sorprender hasta al lector más avispado. La maestría del autor consiste, precisamente, en ocultar la sorpresa para hacerla lo menos previsible posible y mantener, aun así, la coherencia con el resto de la historia. Agatha Christie era toda una experta en este arte. 

A A.J. Finn tampoco se le da mal. El gran giro argumental de la novela, ese click al resolver el misterio, encaja con la trama desarrollada hasta entonces. Eso sí, hay que puntualizar que en este caso hay dos grandes sorpresas en el argumento y una es más previsible que la otra. Dejo que el lector juzgue cada una de ellas. 

Por último, me gustaría señalar que se empieza a abusar del prototipo que encarna la protagonista, Anna. En estos últimos años, prácticamente todas las novelas del género parecen tener la misma figura principal: una mujer de entre treinta y cuarenta años en sus horas más bajas, sufriendo de depresión / alcoholismo / agorafobia o todo a la vez, si el escritor es especialmente cruel. Tal vez sea momento de dar paso a otro tipo de protagonistas. 

Lo mejor: Mantiene la atención a lo largo de sus más de quinientas páginas. Leerlo es como un insomnio. 

Lo peor: La imagen y el comportamiento de Anna ofrecen ese elemento de patetismo y cierta vergüenza que es ya habitual en estas novelas. Cada vez es más sonrojante y empieza a cansar. 

Deberías leerlo si eres de los que se metía bajo las sábanas con una linterna para poder seguir leyendo toda la noche.