Agua para elefantes. Sara Gruen

Ficha técnica

Título: Agua para elefantes 

Autor: Sara Gruen 

Editorial: Alfaguara 

Número de páginas: 466 

Año de publicación: 2011 (original de 2006) 

ISBN: 9-788420-407494 

Sinopsis 

Jacob está en el último año de universidad y su única preocupación es aprobar todos los exámenes y perder la virginidad. Todo cambia cuando sus padres mueren en un accidente de tráfico y el banco se queda con su casa, sus propiedades y su futuro. Son los convulsos años treinta y Jacob toma una decisión arriesgada: se cuela en el tren del deslumbrante espectáculo de los hermanos Banzini, un circo ambulante que recorre el país con sus fenómenos humanos y animales a cuestas. Jacob se hace un hueco como veterinario y consigue mantenerse al margen de los problemas hasta que aparecen en su vida una mujer y una elefanta. 

Acerca de la autora 

A la escritora canadiense Sara Gruen le gustan los libros y los animales, por eso en sus novelas aparece siempre algún protagonista de cuatro patas. Aunque ha escrito varios superventas, su obra más conocida es Agua para elefantes, una fábula circense que fue llevada al cine en 2011 de la mano de Reese Witherspoon y Robert Pattinson. Su editorial habitual, Avon Books, rechazó publicarla. Ahora se estarán tirando de los pelos. 

Reseña 

Si algo bueno tiene la cuarentena es que me ha permitido volver a releer algunos de los libros que marcaron en algún momento mi vida como lectora y que había dejado atrás con los años. Una de esas novelas ha sido Agua para elefantes, una historia de amor que combina dos temas por los que siento debilidad: el estilo bohemio de los circos nómadas y la emoción vertiginosa de los años treinta. 

La premisa es simple: Jacob, estudiante de veterinaria, pierde a su familia y sus oportunidades parecen esfumarse. Movido por un impulso irracional, se sube de noche a un tren en marcha cuyo destino desconoce. Resulta ser el convoy del ‘deslumbrante espectáculo de los hermanos Benzini’, un circo ambulante en el que acaba encontrando empleo como veterinario. 

Así comienza una novela que completa el reflejo de la vida circense de entonces con una historia de amor que, la verdad, resulta menos interesante que la primera. La autora se inspiró en un artículo sobre Edward J. Kelty, un fotógrafo que se dedicó a retratar la actividad de los circos estadounidenses de los años veinte y treinta. Para mí, el mayor valor de la novela es la buenísima labor de documentación que hay detrás de toda la historia circense, incluyendo anécdotas y personajes concretos que existieron en ciertos circos de la época. 

Desde una mujer barbuda a una carpa del placer abierta solo a hombres dispuestos a desembolsar unos pocos dólares más, el circo contiene toda una serie de personajes y fenómenos estrambóticos y algo decadentes. Tragasables, un león sin dientes, equilibristas, payasos borrachos y malencarados… Hasta la joya de la corona de cualquier circo que se precie: una divertida elefanta llamada Rosie. Me ha recordado a la maravillosa obra de Gerald Durrell Rosie es mi familia, donde Rosie también era una elefanta entrañable. 

La historia de amor une a Jacob con Marlena, una acróbata casada con el furibundo domador August. El circo, que ofrece luz y color de cara al exterior, está dirigido con mano de hierro por el sádico Tío Al, que no duda en ‘dar luz roja’ –arrojar del tren- a quien ya no sea rentable para su oscuro negocio. Entre los secundarios que más brillan y cuyos personajes están mejor construidos figura Walter, un payaso con enanismo, mucho carácter y un amor incondicional por su perra Queenie. 

Los protagonistas, Jacob y Marlena, me han despertado menos interés. Él me ha gustado más, su evolución está más lograda y tiene mucha más relación con el resto de acontecimientos del circo en su rutina diaria. Marlena, por otra parte, a pesar de ofrecer la imagen de una bella acróbata con una conexión especial con los animales, no aporta mucho a la trama más allá de su mera existencia como enamorada de Jacob y me ha dado la impresión de estar siempre fuera de lugar. 

Lo mejor de la obra, por supuesto, Rosie. Los elefantes son animales maravillosos. 

Lo mejor: las desventuras del adiestramiento de Rosie y sus travesuras circenses. Me habría gustado un mayor protagonismo de Barbara, la seductora bailarina de la carpa del placer. 

Lo peor: Suele ocurrir que, cuando una novela combina dos historias paralelas en diferentes momentos históricos, una de ellas tiene mucho más interés que la otra. He de reconocer que leía con impaciencia los capítulos en los que Jacob narra su rutina en la residencia de ancianos. 

Deberías leerlo si te gustan los elefantes, la gente rara, las carpas de colores y el algodón de azúcar.