martes, 21 de septiembre de 2021

¿Conoces a… Terence H. White?



Aunque su nombre no sea muy conocido entre el gran público hispanohablante, su obra e influencia sí lo son. De sus novelas han bebido varios de los grandes escritores contemporáneos de fantasía juvenil: Neil Gaiman y J.K. Rowling, por ejemplo, han admitido la profunda huella que las historias de Terence ‘Tim’ Hanbury White han dejado en los nuevos clásicos Los libros de la Magia y Harry Potter, respectivamente. En una ocasión, preguntado por las similitudes entre Harry y su joven hechicero Tim Hunter, Gaiman respondió: ‘creo que ambos [por Rowling] estamos ‘robando’ a T.H. White’.

Pero, ¿quién era este escritor inglés, cuya vida da para una novela en sí misma? Terence nació en Bombay, entonces colonia británica, en 1906. Sus padres, que luchaban contra el alcoholismo y cierta inestabilidad mental, se separaron cuando él era un niño. Una de las personas que ejercieron como figura paterna de forma constante en su vida fue el profesor y escritor L.J. Potts, su tutor y la primera influencia literaria que Terence tuvo en su carrera novelística. Una pista de cuál sería el germen de su gran obra la encontramos en la tesis que realizó cuando estudiaba en el Queen’s College de Cambridge: versaba sobre La muerte de Arturo, compendio de la leyenda del rey Arturo escrito por Sir Thomas Malory.


Y es que Terence ha pasado a la historia como uno de los grandes autores contemporáneos del ciclo artúrico. Entre 1938 y 1958 escribió cuatro novelas que se unirían en una misma serie, Camelot. El nombre que recibió en inglés fue The once and future King, referencia al legendario epitafio que Malory indica como figurante en la tumba de Arturo: Rex quondam, Rexque futurus. Un quinto libro, El libro de Merlín, fue publicado de forma póstuma en 1977, cuando la Universidad de Texas en Austin compró diversos documentos y archivos que habían pertenecido a Terence. Allí encontraron el manuscrito original, que décadas antes había sido excluido de Camelot por sus mensajes antibélicos y se había mezclado con los demás libros de forma muy fragmentada.


El hallazgo de la UT no solo sirvió para recuperar una joya artúrica inédita. También dio más dimensión y profundidad a un viejo mago, animado por Disney, que quince años antes había llegado a la gran pantalla. Capirote azul, aire despistado, larga barba blanca enredada en las piernas flacuchas y un búho, Arquímedes, con muy mal genio… ¿Os suena? La versión que Disney creó de Merlín el Encantador estaba enteramente basada en la obra de Terence. Su novela póstuma, además, dedicaba cientos de páginas a las aventuras del sabio, divertido y atolondrado mago, preceptor del pequeño Arturo (en español, durante su infancia, se le llama Verruga, pues en la versión inglesa se contrae su diminutivo Art hasta formar la palabra Wart [¡verruga!]).

El desarrollo de Camelot conllevó años de escritura y diferentes versiones. La primera de las novelas fue La espada en la piedra, que Terence escribió como un prefacio de la obra de Malory y que luego rehízo, con una pluma mucho más oscura, para ser incluida en el ciclo artúrico. La reina del aire y las tinieblas, El caballero malhecho y Una vela al viento son las obras que cierran la serie. Entre todas cuentan, con un marcado toque de humor, la historia de Arturo, Ginebra, Merlín, Lancelot, Morgana y la espada más famosa de todos los tiempos, la legendaria Excálibur.

La vida de Terence pudo tener un poco de la del Merlín que tanto le apasionó. Le interesó la aviación, afición que abrazó como una forma de vencer su miedo a las alturas. Además, durante un tiempo vivió en el campo, sirviéndose de sus conocimientos como cazador, pescador y cetrero para procurarse el alimento. La mayor parte de su obra artúrica la escribió en Irlanda, país en el que se mantuvo al margen de la contienda tras declararse objetor de conciencia.

Además de sus novelas sobre el rey Arturo, Terence escribió otra treintena de obras de género variado. Hay escritos de ciencia ficción sobre catástrofes que devastan el mundo, otros de fantasía, otros que recrean escenas bíblicas (el diluvio y el Arca de Noé), otros de ensayo… Murió, por pura casualidad, en Atenas, donde se encontraba tras un tour de lecturas. La suerte quiso que su cuerpo acabara descansando en uno de los cementerios de la capital griega.

6 comentarios:

  1. ¡Hola, Paula! ^^

    ¡Bonita! ^^ ¿Cómo ha empezado ese sábado? Espero que genial :D Y, oye, ¡qué entrada más interesante! *-* Vamos a ir por partes, que no me quiero dejar nada jujujujuju

    De salida, decirte que no tenía ni idea de quién era Terence H. White (sí, me siento jodidamente inculta ahora mismo, qué le vamos a hacer), pero me ha encantado poder conocer a este señor gracias a tu entrada :) Me parece una fantasía (qué irónico xD) que justo la obra de Terence inspirara tanto a Gaiman y Rowling. De hecho, ahora tengo más curiosidad todavía por la obra de Terence porque, ju, ¡qué curiosidad! *-*

    Ay, ¡me encantaba "Merlín el encantador"! No sé cuántas veces llegué a verla, pero estoy segura de que mis padres siguen odiándola por la maldita cantidad de veces que la poníamos JAJAJAJAJAJAJA Bendita infancia, tía, que ves lo mismo mil millones de veces y no te cansas :')

    Nada, guapa, me ha parecido una entrada preciosa, ¡hasta he tenido tiempo de sentir morriña! :')

    ¡Un besazo muy pero que MUY grande y que pases un maravilloso fin de semana, guapísima! ^^

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    1. ¡Hola, Carme! Me alegro de que te haya gustado tanto la entrada y no te preocupes, que a mí antes de tropezarme con su saga no me sonaba de nada jajaja Aquí estamos para aprender 😊 Y yo también tenía gastadísima la cinta de Merlín el Encantador, me encantaban Merlín, Arquímedes y Madame Mim, así que te comprendo jajaja Espero que hayas tenido un maravilloso comienzo de otoño

      ¡Un beso enorme!

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  2. Hola Paula!! Es una autora al que descubrí el año pasado y que me fascino. ¡Estupenda y completísimas entrada, como siempre! Besos!!

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