jueves, 14 de julio de 2022

El jugador. Fiódor Dostoyevski


‘Aposté los dos federicos. La bolita estuvo un rato rodando por la rueda hasta que finalmente empezó a saltar por entre las muescas. La abuela se quedó inmóvil y me apretó la mano. Y de repente… ¡Pum!

-Zéro – anunció el crupier.’




Ficha técnica

Título: El jugador

Autor: Fiódor Dostoyevski

Editorial: Akal

Número de páginas: 188

Año de publicación: 2006 (original de 1867)

ISBN: 9-788446-051718



Sinopsis

Alexéi Ivánovich es un joven maestro empleado por el General Zagorianski, cuyo futuro económico depende de la muerte de la Abuela, una rica pariente de Moscú que se resiste a abandonar este mundo. Alexéi está enamorado de Polina, hijastra del general. Este, al mismo tiempo, ha perdido la cabeza por una seductora cazafortunas llamada Mademoiselle Blanche. En esta complicada red familiar, siempre al borde del abismo, aparece un nuevo y peligroso elemento en juego: un casino, único entretenimiento de Ruletenburgo, repentina y vana esperanza para los anhelos de la familia. Allí encontrarán una suerte efímera y la ruina total.


Acerca del autor

Fiódor Dostoyevski no necesita presentación ninguna. Su nombre es sinónimo de uno de los periodos más grandes de la literatura rusa y está estrechamente ligado a la historia literaria de Occidente y al legado artístico universal. Su obra más célebre, Crimen y castigo, es uno de los mayores clásicos del siglo XIX. No siempre se dedicó a escribir; antes de ello, estuvo empleado como ingeniero militar y cumplió condena en Siberia por su pertenencia al grupo intelectual liberal Círculo Petrashevski. Falleció en 1881 y su funeral congregó a miles de personas.

Reseña

El jugador es una de esas novelas que reflejan a la perfección el inmenso talento natural de sus autores. Para sus obras más famosas, como Crimen y castigo o Los hermanos Karamázov, Fiódor Dostoyevski dispuso de tiempo suficiente para escribir. La novela que nos ocupa, en cambio, se gestó en circunstancias muy poco favorables para el escritor: fue dictada en menos de un mes a su secretaria, que luego se convertiría en su segunda mujer, y escrita a toda prisa para poder cumplir la fecha de entrega. De no hacerlo, su editor se quedaría con los derechos de autor de Dostoyevski para los siguientes nueve años.

Aun habiendo sido escrita en esas circunstancias tan desfavorables, El jugador es un relato magistral en el que el escritor ha volcado sus propios demonios: la adicción al juego, que se descontroló durante su estancia en Wiesbaden (representada en la novela con el provocador nombre ficticio de Ruletenburgo), y su apasionada historia de amor con Polina Prokofiévna, que aquí responde a otro apellido. Ambos elementos conforman una turbulenta trama repleta de pasión y desesperanza, una mezcolanza de sentimientos tan intensos que, por momentos, parecen las subidas y caídas al vacío de una montaña rusa.

El inicio de la trama es un tanto farragoso. Alexéi Ivánovich es mentor de los hijos del general Zagorianski, que reside en un hotel de Ruletenburgo rodeado de su séquito. Parientes, empleados, amigos, pretendientes… Todos aportan su matiz particular a una familia estrambótica y algo torturada que espera como agua de mayo la solución a todos sus problemas: el fallecimiento de la abuela, mujer de gran fortuna que habita en Moscú y que, para desesperación del general, no termina de morirse.

La historia va dando vueltas en torno a varias tramas amorosas cuyo final feliz es más que dudoso (Alexéi y Polina, el general y Mademoiselle Blanche… todos parecen sufrir algún tipo de neurosis). En verdad, todo el argumento parece condenado a la desesperanza desde el principio. El lector asiste desde el principio a un final catastrófico que se intuye, pero al que no se sabe cómo se va a llegar. El fantasma del juego se acerca a los protagonistas, cuyas personalidades tienden sutilmente a la adicción y a la locura.

El mejor personaje es, sin duda, el de la abuela. Durante toda su aparición, la tragicomedia que supone El jugador elimina su parte trágica y refuerza un lado cómico que no recordaba que tuviera la pluma de Dostoyevski. Es inevitable reírse en voz alta con las salidas de tono de la abuela, su personalidad dominante (que convierte al general y a su séquito en perrillos sumisos) y su locura con la ruleta. El escritor ruso tiene el extraordinario talento para narrar una tragedia autobiográfica, un tema tan dramático como es la adicción, sin dejar de provocar la risa continua en el lector. Un auténtico maestro, Dostoyevski. Nada nuevo bajo el sol.

Las ilustraciones de Fernando Vicente en esta edición son, como siempre, una delicia.

Lo mejor: La abuela, protagonista absoluta de la novela, que en cierto modo me ha recordado a la Lady Violet de Downton Abbey (con un extra de locura rusa que no puede faltar en Dostoyevski).

Lo peor: El inicio de la novela, que presenta a los personajes de una manera algo oscura. Cuesta aclarar esos primeros vínculos e identificar quién es quién.

Deberías leerlo si no te has animado a leer nada de Dostoyevski y quieres empezar por una novela más corta y menos densa que el resto de sus obras.




6 comentarios:

  1. ¡Hola! Tengo pendiente a este autor y me ha parecido muy interesante la anécdota de las circunstancias en las que escribió esta novela. Me alegro que te haya gustado tanto, a ver si no tardo en ponerme con él. ¡Muchas gracias por tu reseña!

    Nos vemos entre páginas
    La vida de mi silencio

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  2. que bien reseñas querida pero con lo que has comentado e suficiente para mi
    Un gustazo enorme estar por aqui besos

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  3. me encanta como reseñas despues de leerte no quiero leer el libro es mas lindo cuando lo resumes tu

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  4. Holas!
    La verdad no he leído nada de este autor. Pero luce interesante la premisa, me llama la atención. ¡Gracias por la reseña!
    Un saludo

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  5. Hola. Pues deberé leerla, si leí Crimen y castigo. Mil gracias por recordar a este gran autor con este libro.
    Besos y felices lecturas.

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  6. Me gusta lo que haces te sigo en pensamientos mientra el verano me derrite por dentro

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