El 23 de abril en Cataluña es algo más que el día del libro, ya que se celebra la diada de Sant Jordi. Esta festividad une el día del libro y el día de las rosas con motivo del fallecimiento de Jorge de Capadocia, un santo que se negó a perseguir a los cristianos.
Tras ser martirizado y finalmente decapitado, San Jorge o Sant Jordi empezó a ser venerado. Con el tiempo, aparecieron historias fantásticas relacionadas con su figura, siendo la más conocida la leyenda de Sant Jordi y el dragón. Aunque existen versiones diferentes, en líneas generales la leyenda narra que este caballero llegó a un pueblo que vivía amenazado por un dragón. Tras haberle ofrecido todo el ganado para comer, tuvieron que empezar a entregarle personas de la forma más justa posible y decidieron hacerlo a través de una rifa. Cuando Sant Jordi supo de la situación, era el turno de sacrificar a la princesa, con lo que decidió enfrentarse al dragón para salvarla. Tras un combate feroz entre dragón y caballero, la bestia murió atravesada por el arma de éste. De las gotas de sangre que cayeron al suelo nació un rosal que, tiempo después, seguiría floreciendo con profusión cada mes de abril.
Debido a esta leyenda, el día de Sant Jordi se considera en la cultura catalana como día de los enamorados. Por eso, desde el siglo XV es costumbre regalar una rosa a la amada el 23 de abril. En cambio, no fue hasta el siglo XX, cuando se nombró ese día como el día internacional del libro, que se introdujo la costumbre de regalar un libro al enamorado. Asimismo, dado su cariz romántico y cultural, para muchos también es un día de reivindicación de la cultura catalana, con lo que los ayuntamientos de todos los municipios llenan sus calles y plazas de puestos ambulantes de venta de rosas y de libros, además de organizar muchísimas actividades culturales.
En Barcelona capital, por ejemplo, es tradición ir al centro de la ciudad, a la zona de la Rambla junto con Plaça Catalunya y el Passeig de Gràcia, dada la gran afluencia tanto de puestos de venta de rosas como de venta y firma de libros. Este año, sin embargo, también se ha podido disfrutar de este ambiente festivo en otras zonas como la avenida Diagonal y la calle Còrsega. Asimismo, otro punto de visita importante es el eje del paseo Sant Joan, donde también proliferan las paradas de rosas y libros y, además, este año también se habilitaron dos escenarios con actividades dirigidas a niños y jóvenes.
2007, jordi domènech [CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons |
Otro aspecto a destacar de la diada de Sant Jordi son las jornadas de puertas abiertas en espacios de interés cultural como, por ejemplo, museos (el Museu de Arqueologia, el Museu d'Història de Catalunya i la Casa Museu de Gaudí, entre otros), el Palau Güell, el recinto modernista del Hospital de Sant Pau o el Ateneu Barcelonès. Asimismo, el mirador de la estatua de Colón situado al final de la rambla permitió en este día subir de forma gratuita a todos los Jordi, Jordina o sus equivalentes en otros idiomas junto con un acompañante. Cabe destacar, además, la posibilidad de visitar la Sagrada familia de noche. Por su parte, también se pudo visitar la Generalitat y el Ayuntamiento de la ciudad, en cuyo patio se ofrecieron actividades para niños junto con la venta de rosas solidarias.
Teniendo en cuenta su cariz cultural y literario, también queremos remarcar que el Centre Arts Santa Mònica de la Rambla alojó del 21 al 23 de abril la VIII edición de la Feria Internacional de la Edición Contemporánea de Arts Libris, encuentro de editores y autores con más de 70 expositores nacionales e internacionales donde también se desarrollaron actividades y talleres relacionados con el mundo de la cultura.
Finalmente, pero no menos importante, tras haber sido nombrada Ciudad de la Literatura por la UNESCO en 2015, este año se ha producido el encuentro anual de las Ciudades de la Literatura del 20 al 23 de abril. En él 15 de las ciudades involucradas se reunieron para promover colaboraciones futuras y compartir experiencias y proyectos que se están desarrollando. De este modo, todos los participantes pudieron vivir esta festividad tan importante para la ciudad y entrar en contacto con libreros, editores y autores locales.
Sin embargo, lo comentado aquí no son más que pinceladas de toda la oferta cultural para este día. Más allá de las zonas más populares, todos los barrios celebran esta fiesta con sus mercados de rosas y libros, además de proponer actividades dirigidas para públicos de todas las edades: talleres, actuaciones, concursos literarios, firmas de autores e iniciativas solidarias de las que se podía obtener información a través de la página web municipal Sant Jordi, cerca de ti.
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