Efemérides. Doce (+1) autores nacidos en abril

¡Buenas lectoras y lectores!

Es el primer martes del mes, así que no podíamos dejaros sin nuestras efemérides del mes de las “aguas mil”. Y es que abril tiene muchísimas conexiones con la literatura, no sólo es el mes en el que se celebra el Día Mundial del libro (23) y el Día Mundial del libro infantil y juvenil (2), motivos por los cuales hay muchísimas ferias y fiestas literarias, sino que es el mes en el que, por ejemplo, se fundó la Real Academia de la lengua española allá en 1713 o el mes en que Isabel II puso la primera piedra de la futura sede de la Biblioteca Nacional en 1866.

Empezamos, cómo no, con autores de habla hispana, con lo que saltamos el charco camino de tierras Chilenas, donde un 7 de abril de 1889 llegó al mundo Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayata, conocida como Gabriela Mistral. Gabriela Mistral trabajó como profesora y pedagoga, ámbito en el que también publicó obras, e incluso ayudó a reformar el sistema educativo chileno. A nivel literario, se la conoce sobre todo por su poesía, en la que cabe destacar poemas como Desolación (traducido a varios idiomas), Ternura, Nubes blancas, Los sonetos de la muerte o Lagar. Se la considera una de las autoras en castellano más grandes del siglo XX, motivo por el cual recibió el premio Nobel de Literatura en 1945 y el Premio Nacional de Literatura de Chile en 1951.

Seguimos con una autora mujer, pero regresamos a España, donde el 22 de abril de 1904 nació María Zambrano Alarcón, escritora y ensayista, una de las figuras más importantes del desarrollo del pensamiento español del siglo XX. Su pensamiento parte de Zubiri y Ortega y Gasset, y es la creadora del concepto de Razón Poética, una razón que trata de penetrar lo más profundo del alma para descubrir lo sagrado, que se revela poéticamente, como método para la creación del individuo. Con este concepto y método, provocó un acercamiento entre la filosofía y la literatura. Algunas de sus obras básicas son Filosofía y poesía o El sueño creador. Entre otros premios, María Zambrano recibió el Príncipe de Asturias de las Letras en 1981, así como el Premio Cervantes, en 1989.

Viajamos a la segunda mitad del siglo XIX, donde el 25 de abril de 1852 vio la luz por primera vez Leopoldo Alas y Ureña, más conocido por su pseudónimo Clarín. Clarín se vivió en Oviedo, ciudad donde permaneció los últimos años de su vida tras obtener la cátedra de Derecho Romano, para crear Vetusta, la ciudad protagonista de su opera magna, La Regenta, considerada una de las novelas más importantes de la literatura española. En ella queda perfectamente retratada la sociedad española de la Restauración, y Clarín somete a una crítica irónica a todos los estamentos sociales a través de temas como la decadencia e hipocresía de la aristocracia, la corrupción del clero, y la asfixia inicial y marginación a la que las personas pueden verse sometidas debido a la presión social. Esta obra se caracteriza por el estilo realista y naturalista de la época, en el que tanto la atención al detalle como el estudio de los personajes es admirable. Otras de sus obras son Su único hijo o El abrazo de Pelayo.

El mismo día, pero 75 años después (en 1927), nacería María del Socorro Tellado López o, lo que es lo mismo, Corín Tellado. Autora especializada en la novela romántica, se cree que es la escritora española más leída después de Miguel de Cervantes, ya que incluso posee el récord Guiness como novelista en lengua española más vendida (1994). Y no es de extrañar, ya que fue una autora muy prolífica, al trabajar tanto con la editorial Bruguera (con quien mantuvo relación laboral durante toda su carrera) como con revistas y otras editoriales; además, publicó también otras obras (incluídas novelas eróticas) bajo seudónimo. Se calcula que pudo llegar a escribir unos 4000 títulos a lo largo de su vida, varios de los cuales fueron adaptados al cine o a la televisión. Su obra se ha traducido a más de 25 idiomas.

Para terminar con las efemérides de nuestra lengua, el 26 de abril de 1898 llegaba al mundo Vicente Aleixandre. Miembro destacado de la Generación del 27, sus encuentros con Dámaso Alonso, Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez, entre otros, fueron los que le animaron a publicar su trabajo literario, gracias al cual se le considera uno de los grandes poetas del siglo XX. Dicho trabajo se podría dividir en varias etapas. Tras sus inicios, aparece el poeta más vanguardista y surrealista, como en La destrucción del amor o Espadas como labios. A partir de los años cuarenta, se aleja de las imágenes complicadas para centrarse en un sentimiento trágico con base en la propia existencia humana, tal y como muestra su poemario En un vasto dominio. Para terminar, y ya anciano, en sus poemas muestra la juventud como el elemento más preciado de la existencia humana, como en Poemas de la consumación o Diálogos del conocimiento. Aleixandre fue un poeta sumamente laureado; entre dichos premios cabe destacar el premio Nobel de literatura en 1977.

Dejamos a un lado nuestra lengua materna para empezar a hablar de autores internacionales. Para ello, vamos a inicios del mes, exactamente a un dos de abril de 1805, día en que nació Hans Christian Andersen, el poeta, escritor y narrador danés romántico más célebre. Inicialmente probó suerte en la ópera como cantante, para iniciar después su carrera como poeta y escritor. Andersen publicó varias obras de teatro (como El amor en la torre de San Nicolás) y después novelas (El improvisador) antes de dedicarse a los cuentos infantiles y de hadas. Dichos cuentos se publicaron en antologías que incluyen relatos tan famosos como El soldadito de plomo, La sirenita, El traje nuevo del emperador o El patito feo. Aunque su sueño de convertirse en dramaturgo y novelista famoso nunca vio la luz, las obras infantiles de Andersen se han traducido a más de 80 idiomas, hasta convertirse en clásicos mundiales. Por ello se le considera uno de los mayores escritores de la literatura infantil y la universal.

Casi seis años después, el 9 de abril de 1821, llegaba al mundo Charles Pierre Baudelaire, el poeta que más influencia tuvo en el simbolismo francés, y que sirve de claro ejemplo del malditismo y la bohemia. Baudelaire trabajó como crítico artístico, en cuyo ámbito cabe destacar sus obras críticas Curiosidades estéticas o El arte romántico. Además, fue traductor de autores tan importantes como E.T.A. Hoffmann y Edgar Allan Poe. Tras publicar Las flores del mal, su obra más representativa y que abarca casi la totalidad de su obra desde 1840 hasta su primera publicación en 1857, fue acusado de inmoralidad en varios foros, lo que hizo que su fama creciera a marchas forzadas. A pesar de las malas lenguas, Baudelaire amplió el poemario para, además, seguir publicando otras obras como, por ejemplo, Los paraísos artificiales. Otras obras destacables son Pequeños poemas en prosa o Spleen de París o Los despojos.

Hacemos un breve viaje en barco para trasladarnos a Irlanda el 13 de abril de 1906, días en que vio la luz por primera vez Samuel Beckett, dramaturgo, poeta y escritor irlandés. Beckett trabajó como asistente de James Joyce, quien también fue su mentor en el universo literario. Becket escribió relatos, poemas y ensayos, además de críticas literarias con las que se labró un gran reconocimiento. Asimismo, fue una pieza clave en la experimentación literaria y el teatro del absurdo y, por ello, se le considera uno de los grandes dramaturgos del siglo XX. La mejor prueba de esto es su obra más importante, Esperando a Godot. A pesar de recibir malas críticas en su estreno, fue una de las obras más representadas del siglo XX. Beckett también trabajó para la BBC en guiones o programas de radio. En 1969 recibió el premio Nobel de literatura.

Treinta y tres años después (en 1939) nacería el mismo día y en el mismo país Seamus Heaney. Su obra, desde Muerte de un naturalista, su opera prima, se sitúa en el mundo rural de su infancia. Dichos escenarios, con el tiempo, se convirtieron en el punto de descubrimiento de los mitos e historias que conformaron la situación política de Irlanda del Norte. En su estilo, cabe destacar el contrate entre la intensidad de su lenguaje y el silencio de aquellos a quienes escribe. Algunas obras destacables son Puerta a las tinieblas, Trabajo de campo, La linterna del espino o El nivel espiritual (Premio Whitbread). Además, en el año 2000 publicó una traducción al inglés moderno del poema épico Beowulf que fue un éxito de ventas tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos. Heaney ganó el Nobel de Literatura en 1995.

Viajamos ahora al siglo XIX, al 21 de abril de 1816, para hablar de una autora inglesa, Charlotte Brontë. La tercera de cinco hermanos, entre ellos Emily y Anne Brontë, durante su infancia todos jugaron a crear mundos imaginarios que quedaron plasmados en diversos cuadernos. La estancia en el pésimo internado Clergy Daughters tras la muerte de su madre, le sirvió de inspiración para crear su novela más famosa, Jane Eyre, primera obra en publicarse de todas las hermanas bajo el pseudónimo de Currer Bell. Tras ejercer de institutriz e incluso tratar de fundar una escuela privada, viajó a Bruselas para perfeccionar su francés, experiencia que le sirvió para escribir Villete. Otras obras que publicó fueron Poemas (en colaboración con sus hermanas), Shirley y El profesor, que se publicó dos años después de que muriera de tuberculosis.

A finales del mismo siglo nacía Vladimir Nabokov, escritor de origen ruso pero nacionalizado estadounidense que escribió en lengua inglesa. Nabokov, tuvo que huir junto a su familia de la Rusia comunista para instalarse en Alemania primero e Inglaterra después. Al inicio de la segunda Guerra Mundial, se trasladó a Estados Unidos, donde impartió clases de Literatura Comparada y Ruso. Su obra más conocida, y que le permitió dedicarse en exclusiva a la literatura, fue Lolita. Esta novela trata sin tapujos de la obsesión sexual de un hombre de mediana edad por una niña de doce años, a la vez que nos retrata a una sociedad completamente autocomplaciente. Otras de sus obras a tener en cuenta sob Ada o el ardor, Pálido fuego o Una belleza rusa, obras que han hecho que se le considere uno de los autores del siglo XX de importancia mundial. Como curiosidad podemos deciros también que fue un gran aficionado a la entomología y, de hecho, inició la colección de mariposas de la Universidad de Harvard.

Y por último, pero no por ello menos importante, el día 23 de abril de 1564 nació, como casi todo el mundo sabe ya, William Shakespeare. ¿Qué decir del actor, poeta y dramaturgo inglés que no se sepa? Pues más bien poco. Shakespeare es el mayor exponente de la literatura inglesa y universal de todos los tiempo, además de una pieza clave en el desarrollo tanto de la literatura como de la lengua inglesa. Sus obras de teatro son clásicos atemporales que se siguen interpretando y versionando para el cine y el teatro en pleno siglo XXI, y la influencia de su obra literaria llega hasta nuestros días. Autor en una época de transición y cambio en el teatro isabelino, prácticamente toda su obra se merece una mención especial… aunque personalmente me gustaría destacar Romeo y Julieta, Hamlet, Macbeth, Julio César o Tito Andrónico, entre las tragedias, y El sueño de una noche de verano, El mercader de Venecia y La fierecilla domada, entre las comedias. Eso sin olvidar que Shakespeare también hizo recreaciones históricas y escribió poesía, donde no puedo dejar de mencionar sus Sonetos. Casualmente, Shakespeare falleció el mismo mes en 1616, tras retirarse a su tierra natal y dedicarse a asuntos más mundanos que la literatura.

Y con este gran escritor terminamos las efemérides de abril. Eso sí, esta vez lo hacemos con un pequeño obsequio, ya que el día 4 de  abril de 1785 nació Elisabeth Katharina Ludovica Magdalena Brentano, conocida como Bettina von Arnim o Bettina Brentano… Me hubiera gustado hablaros de ella, pero La nieta de Miss Marple lo hizo tan bien en su monográfico de hace unas semanas, que no puedo añadir nada más salvo que os paséis a leerlo si ún no lo habéis hecho. ¡Hasta la próxima!