jueves, 19 de mayo de 2022

La historia de Erika. Ruth Vander Zee y Roberto Innocenti



‘Alguien dijo un día que nosotros llegaríamos a ser tantos como estrellas hay en el firmamento. Seis millones de esas estrellas se apagaron entre 1933 y 1945.’



Ficha técnica

Título: La historia de Erika

Autores: Ruth Vander Zee (escritora) y Roberto Innocenti (ilustrador)

Número de páginas: 12

Año de publicación: 2004 (original de 2003)

ISBN: 84-672-1420-1




Sinopsis

Es 1995 y Erika tiene 51 años. En realidad, no sabe si se llama Erika. Tampoco sabe la fecha exacta de su nacimiento. La verdad es que nació dos veces: la primera, cuando quienes quiera que fuesen sus padres le dieron la bienvenida al mundo. La segunda, cuando esos mismos padres la arrojaron de un vagón en marcha y la salvaron de una muerte segura en un campo de concentración. La historia se la cuenta a la autora en un banco de Rotemburgo: es la historia de Erika, pero también la de muchos niños judíos que consiguieron escapar de oscura amenaza nazi.


Acerca de los autores

Rebecca Vander Zee es una escritora estadounidense nacida en 1944 (el mismo año que Erika) y su pasión es la literatura. La historia de Erika fue su primer libro, aunque desde entonces ha escrito otros cinco. Casi todos están protagonizados por niños a los que ha tocado vivir un periodo o momento convulso y que han salido adelante gracias a su valentía, fuerza y esperanza.


Roberto Innocenti es un ilustrador italiano. Sus obras han dado vida a textos de escritores tan destacados como Charles Dickens, Oscar Wilde, Charles Perrault y E.T.A. Hoffmann. A lo largo de su carrera ha recibido multitud de premios, entre ellos el Premio Hans Christian Andersen, considerado como el Nobel de la narrativa infantil.

Reseña

A veces parece que no se puede contar nada más sobre el Holocausto judío y la II Guerra Mundial. Que ya está todo escrito y todas las posibles historias se han narrado. Lo cierto es que puede ser verdad; son incontables las novelas, películas, relatos y series que tienen como escenario un campo de concentración, o cuyos protagonistas perecen o sobreviven al exterminio nazi. Aun así, todas estas historias tienen algo único, cuentan algo diferente, narran una vida que es distinta a otra. En el caso de este precioso álbum ilustrado, relatan la historia real de Erika. Un cuento verídico que transmite esperanza y demuestra que, incluso en las peores circunstancias, la vida se abre camino entre la muerte.

Creo que lo que más me gusta de esta historia es cómo surge la posibilidad de contarla. Es una historia real, pero el hecho de que haya llegado a publicarse es fruto de la casualidad: Erika y Ruth coinciden en 1995 en un banco de Rotemburgo y entablan conversación. La protagonista le cuenta a la autora su historia (o lo que sabe de ella) a raíz de un comentario casual sobre la visita a un campo de concentración. A pesar de estar narrando una serie de acontecimientos reales (que, aunque no lo fueran, sí podrían ser la historia de otro bebé), Erika nunca sale del anonimato a ojos del lector. Es simplemente Erika.

Su vida es la siguiente: una niña, nacida en algún momento de 1944 y de padres judíos, se ve arrancada de su apacible rutina y arrojada al interior de un vagón de tren en dirección a un campo de concentración. Sus padres fuerzan una ventanilla y tiran a su bebé al exterior. Una mujer recoge a Erika y le da una vida, un nombre y un futuro. Ahora ella tiene hijos, y sus hijos tienen hijos, pero nunca sabrá quiénes son sus padres y de dónde viene realmente. No hay riesgo de chafar la historia contando el argumento porque la narración es sencilla, sin giros argumentales, sin grandes pretensiones literarias. Son doce páginas en las que letra e imagen conviven para contar una historia de esperanza.

La pluma de la autora es ligera, poco propensa al detalle y muy dada a frases cortas y sencillas. Llama la atención que la historia se vaya contando en condicional, preguntándose siempre cómo habría sido la situación, cómo se habrían sentido los padres de Erika, cómo habría sido todo si las cosas hubieran sido diferentes. ¿Y si…?

El plato fuerte del álbum, eso sí, son las maravillosas ilustraciones de Roberto Innocenti. Sus dibujos, a toda página y repletos de profundidad y detalles, dan vida a las palabras de la autora y plantean unas escenas conmovedoras. Las ilustraciones que se basan en el periodo nazi y muestran el embarque en el tren son en tonos sepia (con la excepción de la mantita rosa de Erika), mientras que las de años posteriores ya se inundan de luz y de color.

La edición también es preciosa, con una portada en tonos grises y parte entelada que contrasta con el título del lomo, amarillo intenso. Incluye, además, una estrella de David troquelada en el centro de la portada que puede retirarse, dejando ver la forma de la estrella sobre la guarda amarilla del libro. Una obra, en resumen, con un bonito mensaje y que constituye un precioso objeto en sí misma.

Lo mejor: Las ilustraciones y el juego de colores entre el periodo del Holocausto (blanco y negro, sin esperanza) y la época posterior (llena de colores, mucho más luminosa)

Lo peor: Me habría gustado algo más de narración sobre la Erika niña y adolescente, ya que la obra se centra en la escena concreta del tren y luego da un salto en el tiempo hasta la Erika adulta.

Deberías leerlo si te apasionan los álbumes ilustrados y disfrutas tanto como nosotras con esas ediciones bonitas que no puedes parar de mirar.



4 comentarios:

  1. ¡Hola! Por lo que cuentas parece un librito muy interesante, y la edición es preciosa, aunque yo no acostumbro a leer nada sobre el holocausto porque solo de pensarlo me pongo mala, lo paso fatal. Me alegro de que lo hayas disfrutado. ¡Besos!

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  2. ¡Holaaaa!

    Ains de verdad, parece una preciosidad de edición. Me encantan este tipo de libros con ilustraciones tan bonitas, y desde luego me han entrado ganas de conocer más sobre la vida de Erika, aunque va a ser duro.

    ¡besotes y gracias por compartir!

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  3. ¡Hola!
    Por la portada no hubiera imaginado que es un libro ilustrado, pero me lo llevo apuntado. La verdad es que no soy asidua a leer sobre esa época, pero me ha llamado la atención el formato, la verdad, y que el estilo sea sencillo.
    Un beso y gracias por la reseña :).

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