La Corona marchita. Rubén H. Ernand.

FICHA TÉCNICA 

Título: La corona marchita (El trastorno de Elaranne 2)

Autor: Rubén H. Ernand

Editorial: Autopublicado

Número de páginas: 508

Precio:  16,99 (Tapa Blanda) / 2,99 (E-book)

ISBN-10 ‏ : ‎ 1675911843

ISBN-13 ‏ : ‎ 978-1675911846

** Gracias al autor por el envío del ejemplar **

Presentación de la trilogía

El Trastorno de Elaranne es una saga de fantasía épico-oscura. Nos trasladamos a un mundo llamado Elaranne, con una ambientación eminentemente medieval, donde la magia es algo, si no común, sí conocido. Seremos testigos de la llegada de un fenómeno que unos pocos conocen como el Trastorno: el cambio de la realidad hacia una versión más oscura y retorcida de sí misma. Hay fuerzas que fomentan ese cambio y otras que se oponen a él. Y conoceremos a algunos personajes que, sin saberlo, se verán irremediablemente envueltos en el proceso. ¿Conseguirán detenerlo?

¿Querrán, siquiera, hacerlo?

Lo que es seguro es que, estén preparados para ello o no, el Trastorno está a punto de comenzar.

 

Sinopsis (contiene spoilers del primer tomo)

Kirius acaba de llegar a Isgarad, tras esquivar una muerte segura provocada por el veneno de ashal dorado. Para su propia sorpresa, ha conseguido recuperar su identidad y el legado de su familia de manos del propio rey; un legado que tiene múltiples caras y aristas y algunas de ellas cortan. Sin Vaelmir ni Terion a su lado, lo único que encontrará en el viejo hogar de los Brinnair es oscuridad, cenizas y soledad. Pero es muy consciente de que su historia está lejos de acabar. Advertido por el Ausente, su tenebroso acompañante con quien empieza a recuperar una conexión perdida, se prepara para un futuro incierto y carente de esperanza. Pronto descubrirá que el odio a su familia sigue muy presente en Isgarad y que la sombra de Malken, el caballero renegado que los asesinó, es más alargada de lo que creía.

Terion también regresa a su vieja patria, pero sus peores temores se han hecho realidad. Se enfrenta a una vida que detesta y a la que renunció mucho tiempo atrás, a la desconfianza del rey y al odio de Kirius por sus errores pasados. A pesar de todo, sabe que debe ingeniárselas para protegerlo de sus innumerables enemigos, confrontar a su hermano para evitar una guerra devastadora y hallar una manera de salvar a su amigo Vaelmir de una previsible ejecución.

Mientras tanto, muy pocos en Balaeron son capaces de apreciar el cambio que se está produciendo en el propio mundo. Las hojas caen en el bosque y el poder de hombres y dioses se marchita anticipando un evento que cambiará al mundo de forma radical: el Trastorno.

Acerca del autor

Rubén H. Ernand (Lanzarote, 1977). Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Aficionado desde la infancia a los libros de literatura fantástica, comenzó a escribir su saga de El Trastorno de Elaranne ya en la universidad, aunque la guardó en un cajón durante muchos años. Fue en 2018 cuando se publicó el primer volumen, La primavera ausente, en 2019, el segundo, La Corona Marchita, y en 2021 el tercero, Ruina de la Luz.

“Soy un escritor de género, concretamente de mi género favorito: la fantasía. A pesar de lo que muchos dicen, creo que la fantasía puede reflejar con la misma precisión las miserias y alegrías del alma humana que cualquier otro género. Y con eso me conformo, con que alguna de las semillas que plante en mis libros puedan llegar a brotar

Reseña

Como ya os conté hace un tiempo, vi la reseña de este libro, segundo volumen de El trastono de Elaranne, en el blog de TheBlood lines. Gracias a eso, me aventuré a proponerle una colaboración al autor, que me llevó a leer primero La primavera ausente (reseña aquí) y La corona marchita ahora.

En la segunda parte de la tetralogía, nos encontramos justo después del final del primer tomo: Kirius ha recuperado el legado de su familia y debe adaptarse a su nueva condición, a unas costumbres que no conoce y al hecho de que no todos se alegran de que siga habiendo un Brinnair con vida; Terion ha regresado a su hogar, donde tampoco es bienvenido por todos y Vaelmir está a la espera de un juicio que se avecina injusto.

Este es solo el punto de partida de los tres personajes más relevantes en la historia o, al menos, en un inicio; ya que la saga de El trastorno de Elaranne es una obra muy coral y, como es de esperar, irán reapareciendo muchísimos de los personajes de la primera: Innae (¡Sí!), Dyan, Ceala y Shildan (¡bien!) o Arvand y Leen, entre otros. Mientras algunos de ellos seguirán en un plano un tanto secundario, otros adquirirán un papel más relevante (para mi deleite, debo decir).

Siguiendo con la trama (sin entrar en detalles específicos), en el primer tomo ya dije que La primavera Ausente era mucho más que la historia de Kirius, ya que también era la historia del mundo de Elaranne. Sin embargo, he tenido la sensación de que en el segundo volumen se centraba más en el presente. Esto, en mi caso (que tiendo a perderme si hay demasiada información o muchos nombres), ha provocado que la lectura me resultara aún más ligera y, por lo tanto, he podido disfrutar de la novela más.

No obstante, no significa que la novela sea más “simple”. En realidad, quería mencionar de nuevo el gran trabajo de “world building” que sigue llevando a cabo Rubén H. Hernand, puesto que nos ofrece un mundo muy complejo, con varias naciones, sus diferentes culturas y tradiciones y con su historia de viejas (y nuevas) alianzas y traiciones entre ellas. En este sentido, he disfrutado mucho tanto los tejemanejes políticos de Isgarad, así como de las grandes diferencias de este reino a nivel cultural y organizativo con Moradhair, su maravillosa capital, Ard Vanan y su gigantesco Mor Tuir que, no sé por qué, me ha robado el corazón.

Pese a lo que acabo de decir, debo aclarar que La Corona marchita no es un libro lento ni pesado de leer. Siguiendo en el estilo de su predecesor, Rubén combina descripciones y explicaciones con los pensamientos de sus personajes, intrigas políticas varias, escenas de acción y unos cuantos giros con mucho acierto, de modo que las páginas fluyen casi por sí solas.

La novela está narrada en tercera persona omnisciente desde el punto de vista de varios personajes, hecho que nos permite obtener una visión completa de lo que sucede. Eso sí, Rubén sabe decidir desde el punto de quién habla para darnos la información que considera necesaria y, de quererlo, jugar con nosotros, nuestras expectativas y darnos, así, más de una sorpresa cuando llega el momento oportuno.

Con respecto a los personajes que acabo de mencionar, siguen estando bien perfilados y teniendo personalidades muy diferentes. Por otra parte, tengo la sensación de que, aunque el protagonista sigue siendo Kirius, la novela se ha vuelto un poco más coral. Me atrevo a decir, además, que podemos ver una clara evolución en más de uno de ellos; sobre todo en Kirius, como era de esperar, y en otros en los que no cabría esperar tanto, como Terion o el Ausente. Asimismo, el hecho de que personajes que en el primer tomo parecían irrelevantes ganen importancia, nos permite entrar más en la historia desde perspectivas diferentes, e incluso nos ayuda a conocer mejor a otros personajes (por ejemplo, me encantó ver que Vaelmir también tiene su corazoncito, jejeje).

Quiero destacar, además, que en este segundo tomo hay muchos más personajes femeninos que cobran importancia. Todas ellas son complejas y fuertes, y se alejan de formas diversas del estereotipo de “damisela en apuros” de las obras de fantasía más tradicional, en base a sus orígenes y a su cultura. Cómo no, este detalle ha sido otro plus.

Antes de terminar, me gustaría comentar un par de cosas más: la primera es que, como ya comenté, el autor está reeditando las obras añadiendo apéndices explicativos. De hecho, La primavera ausente ya está publicada así desde hace unos meses. La segunda es que, si tenéis curiosidad, os invito a visitar la página web (https://www.rubenhernand.com/) que, como ya dije en la entrevista que le hice a Rubén hace unas semanas, es una maravilla.

Dicho esto, y en conclusión, La corona marchita es una más que digna sucesora de  La primavera Ausente. Una novela con una prosa elaborada pero ágil, que combina historia, acción, magia y tramas políticas con maestría. Una obra con personajes complejos y muy bien elaborados que, estoy convencida, seguirán sorprendiéndonos en los siguientes tomos. Si os gustan las obras de fantasía épica oscura, debéis leerla sin dudar.

Lo mejor: la complejidad de la historia, el World-building, la complejidad de la trama… todo, en general. 

Lo peor: no le veo nada malo.

Deberías leerlo si te gusta la fantasía épica con un toque oscuro. Si te gusta darle una oportunidad a autores de calidad que tienen el valor de autopublicarse.