A principios de este mes, en concreto el 4 de junio, Juan Goytisolo fallecía a los 86 años
en Marrakech. Nos deja otro grande de las letras españolas, galardonado con el Premio de Ensayo y Poesía Octavio
Paz (2002), Juan Rulfo (2004), Nacional de las Letras (2008) y Cervantes en 2014 (después de que en
2012 declarara que abandonaba la escritura).
Exiliado en Marruecos desde finales del siglo XX,
tras abandonar España y recalar en París en 1956 (en donde trabajó para la
editorial Gallimard como asesor literario), su exilio en Marrakech era sin duda
una crítica implícita. De
hecho, durante todos estos años de exilio colaboró con el periódico El País mostrando su opinión y postura.
Goytisolo fue enterrado en
el cementerio civil de Larache (próximo a Tánger), cerca de la tumba del
también escritor francés Jean Genet, a quien admiraba. El motivo de su entierro
en el mismo se debe a que el autor quería ser enterrado en Marruecos, en un
cementerio que no fuera católico.
Entre su legado nos deja obras como: Juegos de manos, Señas de identidad, Juan sin tierra
o Makbara, entre
muchas otras. Escritor polifacético, además de novela, entre su producción literaria
encontramos cuentos, relatos de viajes y ensayos.
Sin lugar a duda, se
recordará a Goytisolo por su obra y sus reivindicaciones, pero también por
tender puentes entre España y Marruecos.
La fotografía de
Goytisolo ha sido extraída de Wikipedia.
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