domingo, 24 de septiembre de 2017

Ópera y literatura: amor a primer libreto

Un 28 de septiembre de 1803, París vio nacer a Prosper Mérimée, escritor francés (además de arqueológo e historiador) cuyo mayor éxito fue la archiconocida novela corta protagonizada por una sensual gitana española: Carmen. Esta obrita, publicada en 1847, lejos de convertirse en carne de olvido, fue recuperada por Georges Bizet en 1875, adaptándola al libreto y convirtiéndola en una de las óperas del romanticismo más reconocidas de todos los tiempos. Pero no instantáneo: su estreno en la Opéra-Comique de París fue un auténtico fracaso. Sin embargo, el tiempo es sabio y, actualmente, Carmen es considerada la ópera precursora del verismo italiano. La ópera superó a la original novela y, lejos de convertirse en un rara avis, son varios lo ejemplos en los que encontramos una relación más que cercana entre la ópera y la literatura.


Precisamente, si continuamos frecuentando la literatura francesa nos encontramos con Alejandro Dumas (hijo), autor que vivió a la sombra del éxito de su celebérrimo padre pero que, casualidades de la vida, conoció esa dulce sensación de ver sobre escena una de sus obras. La dama de las camelias tuvo su particular reflejo en La traviata de Giuseppe Verdi y Francesco Maria Piave. La dama de las camelias está inspirada en un hecho real del propio autor: su romance con Marie Duplessis, cortesana normanda de dilatada carrera amorosa en la capital francesa. Como dato anecdótico (y vital para el transcurso de la historia) cabe destacar dos cambios que se ejecutaron sobre la novela original: en el origen, la ambientación modifica su contemporaneidad en favor de una vuelta al siglo pasado (XVIII) que no recuperaría su realismo hasta 1880; además, el personaje principal recae en la figura de Violetta Valery mientras que en la obra de Dumas hijo se apostaba por Alfredo Germont, su amante. 


Un bel dì vedremo. Este es el título del aria más famosa de Madame Butterfly, una de las óperas más queridas por el público. Giacomo Puccini escribió cinco versiones diferentes de uno de sus trabajos más alabados. Estrenada el 17 de febrero de 1904 en La Scala de Milán, Madame Butterfly aborda el drama amoroso que viven B.F.Pinkerton, oficial de la Armada estadounidense, y Cio-Cio-San (Butterfly), quienes se casan por conveniencia. El drama, como buena ópera, no tardará en aparecer. Si durante todo este post estamos hablando sobre adaptaciones literarias, en el caso de la ópera de Puccini debemos de hablar de dos ayudas en la creación: el cuento homónimo de John Luther Long de 1898 y la novela de Pierre Loti, Madame Chrysanthème (1887). Además, últimamente han surgido voces de estudiosos que aseguran que los sucesos realmente ocurrieron en Nagasaki a finales del siglo XIX.

Aprovechando la festividad del nacimiento de Mérimée, le hemos dedicado unas líneas a una de las vías más habituales de colaboración entre literatura y música: la ópera y sus adaptaciones. Este binomio nunca dejará de sorprendernos ni de darnos nuevos motivos para buscar inspiración en los libros.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado tu artículo, no sabía que Madame Butterfly también estaba basada en obras literarias. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Flecha Literaria!,
      Muchas gracias por tus comentarios ^^.
      Nos alegramos mucho de que te haya gustado tanto este artículo y de que hayas descubierto que Madame Butterfly parte de la literatura ;).
      Un besito de tinta y hasta pronto.
      Nos leemos :D

      Eliminar