Efemérides. Doce autores nacidos en marzo

¡Hola lectoras y lectores!

Como cada inicio de mes, regresamos con nuestras queridas efemérides para hablaros de doce autores nacidos en marzo. Y para no perder la costumbre, empezamos con los autores de habla hispana que, dicho sea de paso, este mes no son pocos…

Aunque sí hay una pequeña variación esta vez: nada más empezar damos un salto al otro lado del charco, donde un 6 de marzo de 1928 nació en Colombia Gabriel García Márquez. Considerado uno de los autores más importantes del siglo XX, Márquez es especialmente conocido por el realismo mágico de sus obras. En 1967 publicó su obra más famosa, Cien años de soledad, que se ha traducido a decenas de idiomas y de la que se han vendido millones de copias. Tras ella, combinó la publicación de novelas (Relato de un náufrago o El otoño del patriarca) con la publicación de ensayos de ideología política de izquierdas. Tras varios años, en 1981 publicó Crónica de una muerte anunciada, que acabaría inclinando a su favor la balanza que le haría ganador del premio Nobel de Literatura. Otras de sus obras célebres son El coronel no tiene quien le escriba y El amor en tiempos del cólera, ambas adaptadas al cine.

Damos ahora un gran salto temporal-espacial y regresamos a España, a un 24 de marzo de 1579. Ese día vino al mundo fray Gabriel Téllez, más conocido en la literatura como Tirso de Molina. Este gran dramaturgo, poeta y narrador religioso del Siglo de Oro español, destacó como autor dramático, en especial en la comedia de enredo (Don Gil de las calzas verdes) y en las vidas de santos (La Santa Juana o La dama del olivar). Sin embargo, actualmente se ha llegado a poner en duda que fuera autor de algunas de las obras que se le han atribuido históricamente, tales como El convidado de piedra y El condenado por desconfiado. Sea como fuere, Tirso también es conocido por ser el primer autor español que dio  variedad y profundidad psicológica (e incluso protagonismo en sus obras) a los personajes femeninos.

El mismo día, pero 230 años después, en 1809, María de los Dolores Sánchez de Castro daría a luz a Mariano José de Larra. Este prosista, periodista y dramaturgo español, que escribió bajo los pseudónimos de Fígaro, Duende, Bachiller y El pobrecito hablador (columna periodística), es uno de los mayores exponentes del romanticismo español y padre del periodismo moderno. Sus escritos estaban caracterizados por el costumbrismo, la sátira y la crítica a la sociedad de su época. Son destacables sus obras Vuelva usted mañana, El doncel de don Enrique El Doliente o Macías. Tras casarse y divorciarse poco después, Larra mantuvo relaciones amorosas con una mujer casada. El final irreversible de esa relación amorosa provocó que Larra se suicidara a los 27 años de edad. 

Un año antes, pero un día después, el 25 de marzo de 1808 vio la luz por primera vez José de Espronceda, uno de los poetas más importantes del romanticismo español. Parlamentario por el Partido Progresista en 1842, acabó siendo exiliado debido a su activismo político en pro de la causa liberal, aunque recibió una amnistía en 1883. Es conocido por su obra El estudiante de Salamanca y gran cantidad de poemas cortos, entre los que cabe destacar El verdugo pero, sobre todo, la Canción del pirata, poema que varias de nuestras generaciones (la mía incluida) recuerdan con cariño por haber tenido que memorizarlo en la escuela: “Con diez cañones por banda / Viento en popa a toda vela / No corta el mar sino vuela / Un velero bergantín…” ;) Espronceda falleció en 1842 a causa de la difteria, dejando sin terminar El Diablo Mundo.

Volvemos atrás en el tiempo, al 28 de marzo de 1515, para dar la bienvenida a la única autora mujer de estas efemérides, Teresa de Cepeda y Ahumada, conocida en el mundo literario como Santa Teresa de Jesús. Teresa ingresó a los veinte años en un monasterio de Ávila. A lo largo de su vida, recorrió diversas partes de España para fundar hasta un total de dieciséis conventos. Con treinta y nueve años, y tras leer las Confesiones de San Agustín, inició una vida mística y contemplativa, que influyó por completo su obra literaria. Sus obras más importantes son Camino de perfección, Conceptos del Amor de Dios y El castillo interior. Santa Teresa de Jesús fue canonizada por el papa Gregorio XV en 1622, y durante el pontificado de Pablo VI se la proclamó doctora de la Iglesia católica.

Volvemos a saltar el charco para viajar a Perú. Allí, un 28 de marzo de 1936 nació Mario Vargas Llosa. Considerado uno de los novelistas y ensayistas latinoamericanos más importantes, Vargas Llosa alcanzó la fama literaria con La ciudad y los perros (1963), que le valió numerosos premios. Tras varias obras, en los ochenta publicó La guerra del fin del mundo, su primera novela histórica y con la que iniciaría una nueva etapa en su estilo. Durante los 80 y los 90 dejó de lado la carrera literaria para dedicarse al activismo político; después retomó la escritura. De esa época cabe destacar El pez en el agua y La fiesta del chivo. Además de ser considerado uno de los principales autores de su generación, Vargas Llosa ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Cervantes, el Príncipe de Asturias de las Letras y el Premio Nobel de Literatura. Su trabajo como colaborador periodístico hizo que en el 2015 se le concediera Premio Don Quijote de Periodismo.

Viajamos ahora hacia el norte del continente americano, donde el último día del mes de marzo de 1914 llegó al mundo Octavio Paz en México. Este diplomático y autor prolífico fue poeta, ensayista y traductor (de hecho, una servidora tuvo que leer algún ensayo suyo sobre el arte del trasvase de lenguas durante la carrera ;)). Paz publicó su primer poema con 17 años, y con 23 ya tenía cierta fama en el mundo literario. Su primera obra destacable fue Entre la piedra y la flor, pero su carrera está llena de volúmenes a tener en cuenta, tales como El laberinto de la soledad, El arco y la lira, Salamandra, o sus ensayos Vislumbres de la India y El ogro filantrópico. Paz es considerado de vital importancia para la literatura contemporánea de nuestra lengua. Por eso, no es de extrañar que fuera Premio Nacional de Literatura de México, Miembro de honor de la Academia Mexicana de la Lengua y también Premio Nobel, entre muchos otros galardones.

Seguimos en Norteamérica, pero cambiamos tanto de país como de idioma, para recibir, el día dos de marzo de 1931 a Thomas Kennerley Wolfe o, lo que es lo mismo, a Tom Wolfe. Este periodista y autor estadounidense es considerado el padre del "Nuevo periodismo", un modo de hacer periodismo con recursos literarios para que la crónica o el reportaje puedan considerarse literatura per se. De hecho, sus primeras obras fueron ensayos críticos, hasta que en 1987 escribió su primera novela, La hoguera de las vanidades. Esta obra fue adaptada a la gran pantalla en 1990 por Brian de Palma. Tanto en ella como en Todo un hombre, Wolfe da importancia al entorno social de los personajes y explora temas tan divisorios como integradores de la sociedad estadounidense como pueden ser el sexo, la raza, el dinero o las ideologías. Sus otras dos novelas son Soy Charlotte Simmons y Bloody Miami.

Regresamos a nuestro continente, donde más de un siglo antes, el 18 de marzo de 1813, nacía Friedrich Hebbel, poeta y dramaturgo alemán. De familia muy humilde, consiguió que sus versos se publicaran gracias a Amalie Schoppe, periodista y autora de cuentos infantiles que ejerció de mecenas en varios aspectos de su vida. De sus primeras obras vale la pena recordar la tragedia en prosa María Magdalena, aunque Hebbels se ganara la mayor parte de su fama con los dramas posteriores a 1845, tales como las tragedias Herodes y Marianne (verso libre), Agnes Bernauer (prosa) o Gyges y su anillo (verso). De entre todas ellas, cabe destacar la trilogía Los nibelungos, basada en una leyenda germánica. Esta obra inspiró a Richard Wagner para su tetralogía El anillo del Nibelungo. Se considera que Hebbel fue un precursor del naturalismo, a caballo entre el idealismo y el realismo. En su obra destaca siempre la contradicción que existe entre los anhelos personales de cada individuo y los imperativos de la sociedad.

Volvemos a saltar el charco hacia Estados Unidos y avanzamos casi un siglo, hasta el 26 de marzo de 1911, día en que nació el periodista y dramaturgo Thomas Lanier Williams, más conocido como Tennessee Williams. Este escritor estadounidense ganó el Premio Pultzer de teatro por Un tranvía llamado Deseo (1948) y por La gata sobre el tejado de zinc (1955).  Otras de sus obras destacables son La noche de la iguana o La rosa tatuada. Williams es conocido, sobre todo, porque muchas de sus obras han sido llevadas a la gran pantalla y han servido para encumbrar a grandes actores como Marlon Brando, Paul Newman, Catherine Hepburn o Bette Davis. Tras el fallecimiento de su pareja y secretario, Frank Merlo, Tennesse cayó en una espiral de drogas y alcohol (que ya consumía con asiduidad) y terminó falleciendo en una habitación de hotel atragantado con la tapa de un bote de pastillas. 

Regresamos a Europa y continuamos en la primera mitad del sigo XX, pero por poco, ya que el 26 de marzo de 1949 llegó al mundo Patrick Süskind. Hijo de un escritor francés, tras su época universitaria, que no llegó a terminar, se trasladó a París para dedicarse a la escritura. Aunque al principio no tuvo mucho éxito, su monólogo teatral El contrabajo le abrió las puertas del mundo artístico y literario y le permitió colocar varios guiones para la televisión alemana. Gracias a ellos, fue galardonado con diversos premios, aunque algunos los acabó rechazando. Aún así, la fama en mayúsculas no le llegó hasta que en 1985 publicó El perfume, un bestseller que se ha traducido a más de 46 idiomas y que, 51 años después, fue llevada a la gran pantalla con gran éxito. Süskind se caracteriza por haberse mantenido al margen de la vida pública y no haber concedido apenas entrevistas.

Para terminar, viajamos al sur y nos vamos al último día del mes de unos siglos antes, cuando un 31 de marzo de 1596 vio la luz por primera vez el filósofo y matemático francés René Descartes. Descartes es considerado uno de los padres de la filosofía moderna, gracias al tratamiento que dio a los problemas, principios, fundamentos y métodos del conocimiento humano (la epistemología). En ese sentido, cabe destacar su Discurso del método. Por otra parte, en metafísica destacan sus reflexiones, especialmente la teoría de las dos sustancias, que dio lugar a una de sus frases más célebres: Cogito, ergo sum (Pienso, luego existo), que se ha convertido en la base del racionalismo. Descartes también escribió sobre geometría, matemática y física y asentó, además, las bases del método científico. Otra obra a tener en cuenta de este autor es Los principios de la filosofía.

Y hasta aquí llegan nuestras efemérides de este mes. Como siempre, esperamos que las hayáis disfrutado. Y si queréis, no dudéis en dejar un comentario ;)