Efemérides. Seis autores nacidos en abril

¡Hola de nuevo!

El mes del día del libro empezó hace poco, así que venimos dispuestas a realizar nuestro viaje efemérico de costumbre. ¿Vamos allá? 

El 1 de abril de 1878 llegó al mundo Carl Sternheim. Este dramaturgo y autor de historias cortas, fue uno de los grandes escritores del expresionismo alemán. Hijo de un banquero judío y una protestante de clase trabajadora, estudió en varias universidades sin llegar a graduarse en ninguna. Después, comenzó a trabajar como escritor freelance. La riqueza de su segunda esposa, Thea Löenstein, le permitió trabajar junto con otros artistas reconocidos y crear una colección de arte propia. En 1908 lanzó junto con Franz Blei el periódico Hyperion donde, como curiosidad, os diremos que se publicaron las primeras obras en prosa de Kafka. También colaboró de forma ocasional con Die Aktion, otro periódico expresionista. En su obra, atacaba los ideales y la falsa moral de la burguesía alemana tanto durante el gobierno del último emperador alemán, Guillermo II, como posteriormente. De hecho, las autoridades Nazis prohibieron sus escritos no solo por su ascendencia judía, sino por sus burla a la clase burguesa. Entre sus obras cabe destacar Las bragas, Snob y Tabula rasa y las obras narrativas Crónica a partir del principio del s. XX de Europa (historias cortas), y Libussa. 

Un día después de unas décadas antes, el 2 de abril de 1840 nació en París Émile Édouard Charles Antoine Zola, conocido en literatura como Émile Zola. Este autor es considerado el iniciador del naturalismo, un movimiento basado en el realismo extremo. A nivel literario, al principio estuvo ligado al romanticismo (los relatos Cuentos a Ninon o la novela autobiográfica La confesión de Claude). También realizó crítica pictórica para el periódico L'Evénement, lo que le llevó a interesarse por la pintura impresionista y a trabar amistad con artistas de la época. Interesado en la obra de Balzac, las teorías de Taine sobre la influencia de la raza y el medio sobre el individuo y las de Claude Bernard sobre la herencia, creó un nuevo concepto de novela, donde pretendía mostrar de modo muy detallado la vida de una familia durante varias generaciones. Esto se materializó en la serie Los Rougon-Macquart, (una colección de veinte novelas que escribió a lo largo de dos décadas), La obra o Nana, entre otros. Zola también se implicó en política, y su artículo Yo acuso le costó el exilio temporal a Londres por involucrarse en el Caso Dreyfus. Tras regresar a París siguió publicando artículos sobre el caso, y terminó falleciendo asfixiado en su casa, posiblemente asesinado.

Viajamos ahora al siglo XX, al 8 de abril de 1921, para recibir a María Clara Machado. Nacida en Belo Horizonte, Minas Gerais, la hija del escritor Aníbal Machado estudió teatro en París. Al regresar a Brasil, fundó la escuela de teatro O Tablado (El tablado) en Río de Janeiro, donde pasó la mayor parte de su vida. Dicha escuela se convirtió en la sede de formación de muchos actores brasileños, además del lugar donde María Clara dirigió sus propias obras teatrales infantiles. Entre ellas, queremos mencionar Pluft el fantasmita, La brujita que era buena, El secuestro de las cebollas, La niña y el viento, El caballito azul y Ciudad Tribobó. Machado es una autora muy reconocida en su país, y recibió varios premios, entre los cuales destaca el Prêmio Machado de Assis de la Academia Brasileña de Letras. 

Vamos ahora con otra autora, pero un poco más antigua. Pues el 22 de abril de 1766, vio la luz por primera vez Anne Louise Germaine Necker, de nomme de plume Madame de Stäel. De formación académica y humanista, fue anfitriona de importantes tertulias políticas y literarias. Exiliada en Suiza por la Revolución Francesa, allí empezó a escribir obras románticas, como Delphine. Regresó a París tras la toma de poder de Napoleón, pero sus actividades en contra del Emperador le costaron un nuevo exilio. En Alemania, formó otro grupo de tertulia y estuvo en contacto con autores románticos harto conocidos como Goethe o Schiller. Madame de Stäel es considerada una de las mujeres más importantes de la historia por sus ideales ilustrados, su activismo social y político y su crítica social a favor de las mujeres. En sus novelas presentó a la sociedad, la política y las instituciones como una amenaza para la libertad, la igualdad y el bienestar del individuo. Hizo especial hincapié en la visión de las mujeres como víctimas de una sociedad que no les permitía forjar y mostrar su verdadera personalidad, reivindicando así el derecho a la felicidad propia. De entre su obra habría que destacar otras obras como Corinne, Alemania, prohibida por Napoleón, y Cartas, en las que plasmó sus memorias hasta 1788.

El 23 de abril de 1902, por su parte, nació el escritor islandés más importante del siglo pasado, Halldór Goujónsson, conocido como Halldor Kiljan Laxness. A los 17 años publicó su primera novela, Hijos de la naturaleza), sin haber acabado sus estudios siquiera. Luego viajó por Europa, Asia y Estados Unidos, en donde trabajó en Hollywood. Al regresar, se convirtió al catolicismo e ingresó en la abadía de Sain Maurice de Clervaux, Luxemburgo, en donde estudió francés, latín, teología y filosofía, y adoptó su nuevo nombre. Mientras estuvo allí, escribió la historia Undir Helgahnjúk, publicada en 1924. Tras tratar de consolidar su fe en varios viajes, regresó a Estados Unidos, donde se interesó por el socialismo y el comunismo, y escribió ensayos burlescos y satíricos. Después, regresó a su tierra natal, donde trabajó como escritor con una subvención estatal. Un viaje a la URSS le hizo ver la vida allí y renegar del comunismo. Finalmente, volvió a (y se quedó en) Islandia. Halldor fue tan prolífico que escribió desde novelas a teatro, pasando por cuentos, artículos periodísticos y poemas. Recibió el premio Nobel en 1955. Algunas de sus obras traducidas al español son Gente independiente, La campana de Islandia, La base atómica y Paraíso reclamado.

Nos detenemos, para terminar, el 27 de abril de 1933, día en que nació el español Rafael Guillén, uno de los autores más celebres de la Generación del 50. Si bien en sus primeras obras se percibe la influencia neoclásica que caracterizó el estilo de otros poetas de su época, Guillén se desmarcó al ofrecer una poesía más ligera con la que termina abandonando la rigidez del metro tradicional. En Moheda hizo acopio de su estilo desinhibido e innovador mediante el uso de una sintaxis ligera de aire musical, por ejemplo. Entre su temática, destacan el amor y el erotismo, que se mezclan con la elegía por el paso del tiempo y la inevitable degradación que este implica. Asimismo, Guillén escribió obras en prosa que incluyen autobiografías, ensayos y artículos, además de narraciones de viajes. Su compendio Los estados transparentes fue premiada en 1994 con el Premio Nacional de Literatura. Y su obra ha obtenido muchos otros galardones, además de haber sido traducida a varios idiomas.

Y terminamos así con las efemérides de nuestro querido abril. ¿Conocíais alguno de los autores que os hemos presentado? ¿Habéis leído a alguno? 

Recordad que, si queréis, podéis conocer otros literatos nacidos el cuarto mes del año en las efemérides anteriores: 

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