Más allá de Hogwarts: cinco escuelas en las que quieres estudiar

El día que me gradué fue uno de los más felices y aterradores de mi vida. Después de dos décadas de estudio ininterrumpido, de amistades, amores, pellas, deberes y lecciones aprendidas dentro y fuera del aula, era libre. También estaba asustada: la confortable seguridad de la vida estudiantil había desaparecido para dejarme caer de golpe en el mundo de los adultos. Han pasado cinco años desde entonces y puedo decir que estoy sobreviviendo a esta interminable prueba que es pagar facturas y ser responsable. Aun así, sé que volvería a la escuela sin pensarlo si finalmente llegase mi carta de Hogwarts, que lleva ya tres lustros de retraso. 

Como sé que todos vosotros os someteríais con gusto al dictamen del Sombrero Seleccionador, he recogido en esta lista otras cinco academias por si acaso las cuatro casas no fueran suficientes para nuestra vuelta al cole. Para poner el pie en alguna de ellas no hay que enviar matricula, solo hacer algo que ya nos sirve de enseñanza: abrir las páginas de un libro. 

Academia Spence 

Lo que a primera vista es solo uno más de los centenares de aburridos internados para señoritas que salpican la orografía de Inglaterra esconde un oscuro secreto. Allí va a parar la joven Gemma Doyle a finales del siglo XIX, cuando una tragedia familiar la condena a pasar unos años en la misteriosa Academia Spence. Acaba encontrando refugio en La Orden, una antigua hermandad de mujeres que resurge de sus cenizas con la llegada de Gemma, que descubre sus poderse para transportarse a los mágicos Reinos. 

La formación completa en la Academia Spence cuenta con un programa de tres años, uno por cada volumen de esta trilogía escrita por la estadounidense Libba Bray. 

Hogar de Miss Peregrine para niños peculiares 

Como el flequillo, las mochilas y el acné adolescente, el sentirse fuera de lugar es una de esas cosas intrínsecas de la vida estudiantil. Una fase temporal por la que no han pasado los niños que estudian en la mansión de Miss Peregrine, una poderosa ymbryne que puede transformarse y viajar en el tiempo. Sus rarezas son permanentes. Si puedes provocarte una combustión espontánea a placer, hacer crecer flores de las paredes, comer con otra parte de tu cuerpo que no sea la boca o devolverles la vida a las cucarachas, este es tu sitio. 

Si te matriculas en el Hogar de Miss Peregrine tal vez no salgas. Hay ya tres novelas, todas escritas por el norteamericano Ransom Riggs, que planea publicar otra trilogía ambientada en su mágico universo. 

Constance Billard School 

También hay que tener poderes para encajar en esta exclusiva escuela a la que acuden todas las niñas bien del Upper East Side neoyorquino. La lleva con mano de hierro su abeja reina en la sombra, Blair Waldorf, hija de un poderoso abogado de la City. Su mejor amiga, Serena van der Woodsen, es tan guapa y perfecta como ella. Sin embargo, la vida en Constance Billard School for Girls no lo es tanto: amores, desamores, traiciones y bolsos de diez mil dólares distraen a nuestras chicas de sus estudios. 

Cecily von Ziegesar te transporta a los pasillos de este instituto privado de los 16 a los 22 años. Pero ni lo intentes: no puedes pagarlo. 

Torres de Malory 

Después de dos ejemplos no demasiado edificantes, proseguimos nuestro alegato en favor de la educación diferenciada retrocediendo hasta los años cuarenta, época de esplendor de este internado británico para niñas amantes de los picnics y los sombreros con cintas de seda. En Torres de Malory todo el mundo es feliz, acaba siguiendo el camino correcto y tomando buenas decisiones en la vida, como le ocurre a nuestra protagonista, Darrell Rivers. 

El programa del internado consta de seis cursos que comienzan a los doce años, todos ellos cortesía de la británica Enid Blyton. Su oferta académica también incluye el colegio Santa Clara, donde se desarrolla otra de sus sagas. Aun así, sigo pensando que Torres de Malory es la mejor opción. 

Academia de las Artes Invisibles 

Brujas y magos de todo el mundo acuden a formarse a esta peculiar y poco acogedora escuela de magia situada en Gehenna Station, cerca de Gleendale. Allí uno puede aprender demonología, invocación, latín o necromancia –y después de mi experiencia casi prefiero cursar necromancia que latín-. Por los pasillos de Sanctum, su completa biblioteca, se ve fugazmente la melena rubia de Sabrina Spellman, nuestra joven heroína. 

Puedes echar un ojo a la escuela a partir del cómic que Roberto Aguirre-Sacasa publicó hace ya cinco años. La historia de Sabrina es muy anterior: apareció por primera vez en los tebeos de Archie en la década de los sesenta.