Inspector Moroni. Guy Delisle

Título: Inspector Moroni. Edición integral.

Autor: Guy Delisle

Editorial: Astiberri

Colección: Sillón Orejero

Número de páginas: 152 p.

Precio: 20 euros

ISBN: 978-84-15685-61-6

Sinopsis

El inspector Moroni es una catástrofe ambulante que lo pilla todo al revés, un policía neurasténico, cretino y pretencioso que ya desde su primera misión amenaza con convertirse en un peligro para los que le rodean.

Guy Delisle, autor de obras como Pyongyang, Crónicas de Jerusalén y Guía del mal padre, plantea una serie de tres tomos –que se publican por primera vez en español en este integral–, donde sabe encontrar un medido equilibrio entre la intriga y el tono humorístico.

Sobre el autor 

Guy Delisle nació en 1966 en Quebec. Una vez culminados sus estudios de artes plásticas en Sainte-Foy y en Toronto, comienza a trabajar en 1986 en el estudio CinéGroupe de Montreal. En 1993 enseñó animación en la isla de La Reunión y en 1994 realizó un cortometraje para niños titulado Trois petits chats. En 1996 se adentra en el cómic con Réflexion, publicado por L’Association . Sus obras han sido traducidas a varios idiomas.

De Guy Delisle, se han editado también en castellano sus trabajos más representativos, testimonio de sus viajes a Asia y Oriente Medio: Shenzhen (2000), Pyongyang (2003), Crónicas birmanas (2007) y Crónicas de Jerusalén (2011), título este que le valió el premio a la mejor obra del Salón Internacional del Cómic de Angoulême 2012, todos ellos en Astiberri, así como el recopilatorio de historias cortas Cómo no hacer nada (2009), el cómic infantil Luis va a la playa (Faktoría K), el integral del Inspector Moroni (Astiberri, 2014) y Guía del mal padre, del que lleva realizados 3 tomos, donde el autor canadiense se desata con un humor que ya se anticipaba en sus anteriores cómics.

Sú último libro es Escapar, publicado por Astiberri en 2016 sobre el secuestro en Chechenia de Christophe André, miembro de una ONG.

Reseña

Horas extra sin beneficio económico. Incipiente calvicie debido al estrés de cada caso. Aumento de la nicotina ingerida en el cuerpo. Insomnio y su consecuente cambio de humor diurno. Los detectives e inspectores de la policía a los que estamos acostumbrados siempre acaban sufriendo una o varias de estas situaciones. Pero el Inspector Moroni es diferente y debemos darle las gracias a Guy Delisle y su facilidad para crear personajes de relieve. Lo plano no existe para él.  

Con un trazo que se aleja de sus aventuras políticas por el mundo, de cierto toque tebeístico, Delisle rápidamente pone en situación al lector de las aventuras del inspector Moroni. El nuevo de la oficina que llega después de conseguir la mejor posición en las oposiciones y que, sin embargo, es incapaz de encontrar su sitio. El ambiente no le resulta incómodo, pero su personalidad influirá en el devenir tanto de su paso por la comisaría como de la conclusión de los casos. Moroni, al igual que le ocurre a Sheldon Cooper, vive en su propio mundo particular y carece de todo tipo de inteligencia emocional (solo paliada por tranquilizantes antes de la visita de su madre). Analítico, concienzudo y siempre paranoico, Moroni está capacitado para ver lo que no es y seguir una pista sólo plausible en su propia mente. Humor y misterio en los casos de un personaje que lejos de acercarse a las figuras de Hércules Poirot o el comisario Montalbano, se encuentra más afin al Superagente 86 o Mortadelo y Filemón. 

La torpeza del Inspector Moroni llegó a España en 2014, fecha en la que se publicaron las tres aventuras protagonizadas por este antihéroe incapacitado para las relaciones personales que convive con su perro en una curiosa relación. A través de Primeros pasos, Dulce o amargo y El síndrome de Estocolmo el lector no puede evitar sonreir ante las ocurrencias de Moroni ni sorprenderse de su falta de realismo. Una lectura amena que sin acercarse a las grandes obras de Delisle, nos alegra una tarde de lluvia.  

Lo mejor: el personaje del inspector Moroni.

Lo peor: entretiene pero no es una de las grandes obras de Guy Delisle.

Deberías leerlo si te gustan las historias de detectives alejadas de los tópicos.