La ciudad vertical. Javier Torras de Ugarte

Ficha técnica
Título: La ciudad vertical
Autor: Javier Torras de Ugarte
Editorial: Atlantis
Número de páginas: 373
Año de publicación: 2011
Precio: Tapa blanda: 22€ Amazon Kindle/ E-book (Autoediciones Tagus) 0€
ISBN: 9788415228929

Acerca del autor

Javier Torras de Ugarte es Licenciado en Historia del Arte y especialista en la pintura de arquitectura española del siglo XX, hecho que ha inspirado algunas de sus obras literarias. En 2011 publicó su primera novela, La ciudad vertical inspirado por los los cómics de Benoit Peeters y el dibujante François Schuitten sobre Las ciudades oscuras. Desde entonces ha publicado varias obras más de cárizy temática diversa, tales como El libro eterno (novela futurista), ¿Crees en la Magia? (historia romántica) y La memoria del tiempo (thriller histórico).

Sinopsis

La Ciudad Vertical nos transporta a un futuro distópico y aterrador en el que la historia y la capacidad crítica de los ciudadanos han sido anuladas. Sin embargo, un grupo de disidentes se esfuerza por mantener la dignidad humana y luchar contra el totalitarismo urbano de las Grandes Familias que basan su privilegio social en la supuesta pureza de sangre.

La nueva civilización habita en interminables rascacielos construidos para huir de los desastres naturales que asuelan la tierra firme. Los hombres y mujeres conviven en una sociedad alienada que no cuestiona el pasado, el presente o el futuro; el elemento cohesionador y que les permite seguir adelante es el miedo... miedo a lo desconocido, a lo diferente. Miedo a los mestizos.

Todos los habitantes de la Ciudad Vertical tienen sangre 'pura', mientras que los mestizos han sido abandonados en el subsuelo, bajo las millones de toneladas que cimientan el nuevo orden social. La historia reflexiona sobre el interés de unos por subir y la necesidad de otros por bajar, una intriga constante llena de juegos de poder, venganza y odio. Se trata de una aventura constante por alumbrar lo desconocido, redescubrir el pasado para poder hacer frente al futuro.

Con una trama trepidante y cargada de sorpresas, esta novela conjuga elementos de la ciencia ficción con la novela de aventuras para llevarnos a un inesperado final en el que nadie es quien parece ser.

Reseña

Di con esta novela por casualidad. Buscaba por Amazon Kindle algo nuevo que leer cuando apareció una portada que me llamó la atención. El nombre también me resultó curioso, así que le eché un vistazo a la sinopsis. ¿Distopía futurista? Suena bien. ¿Ambientada en Madrid? Mi curiosidad aumenta... y eso que yo soy de Barcelona, pero ¿cómo se habría imaginado este autor que sería la capital dentro de más de un milenio? Y no os voy a mentir, que la descarga era gratuita resultó una sorpresa más que agradable para mi bolsillo.

Tal y como comenta la sinopsis, en La ciudad vertical nos encontramos en un futuro diferente a nuestro presente: sobre la faz de la tierra quedan unas pocas ciudades-estado independientes e incomunicadas entre sí que, además, crecen de forma vertical ya que la vida en la superficie terrestre es impracticable hace siglos. En dicho futuro sólo los puros (aquellos cuya sangre no se ha mezclado con la de otras razas) viven en las ciudades, mientras que los descendientes de los mestizos se han visto relegados a las capas más bajas y a los restos de la antigua Madrid. Por eso, el temor y odio entre ambos grupos es inevitable.

En este mundo Antonio es un puro, hijo del jefe de seguridad de la ciudad vertical. Trabaja en el museo de Historia de la ciudad, claramente marcado por la censura y el deseo de mantener alejados a los ciudadanos de cualquier conocimiento sobre el pasado. Con motivo de la visita del presidente de la ciudad Vertical de París (hecho que sucede por primera vez en siglos), le piden que haga algunos cambios en el museo. Sin embargo, días antes es secuestrado por dos mestizos, John y Monique, como parte de un plan para acabar con la vida en la Ciudad vertical... aunque desde arriba algunos puros también tienen sus propios planes.

Podríamos decir que Antonio es el protagonista de la novela, pero a lo largo de ésta el autor nos va hablando desde el punto de vista de otros personajes, tales como Monique, Sonia (científica pura que trabaja en el departamento de clonación), A1 (uno de los clones con los que trabaja), el presidente francés (que también vive sus propias aventuras a lo largo de la novela) o el padre de Antonio. 

Debido a la gran variedad de personajes, es normal que haya de todo un poco, pero de una forma creíble. Es decir, hay personajes totalmente planos y otros personajes que sí van evolucionando conforme la novela avanza. Pero como ya he dicho, dicha evolución (o falta de ella) cuadra perfectamente con sus personalidades, con lo que me han parecido muy bien perfilados. A su vez, el hecho de que haya tantos puntos de vista tan diversos permite tener una visión mucho más completa de todo lo que está sucediendo, que no es poco.

Y es que La ciudad vertical es una historia compleja en la que pasan muchísimas cosas, y los personajes viven aventuras diversas, aunque manteniendo siempre como eje la trama principal: todo lo que sucede dentro de la lucha entre puros y mestizos alrededor de la visita del presidente francés.

En este sentido, todo lo que sucede me ha resultado interesante y acertado, salvo una o dos escenas cuyo sentido no pude entender más allá del placer de escribir por escribir (o el leer por leer, en mi caso). Sin embargo, mientras en uno de los casos, sí que era una escena prescindible, en el otro da lugar a una breve narración que sirve para ahondar en uno de los puntos clave de la historia: lo miserable y egoísta que puede ser la humanidad cuando cae presa del miedo o la desesperación. 

En contrapartida al comentario anterior, muchos detalles o comentarios que al principio podían parecer inocuos, acababan teniendo un porqué muy claro (e importante) al final de la historia, ofreciendo unos cuantos giros que me dejaron con la boca abierta al leerlos o comenzar a intuirlos. Eso me hizo sentir que era una obra muy pensada y trabajada por parte del autor.

Cambiando un poco de tema, pero no del todo, os diré que tras el secuestro, y al adentrarnos en el mundo inferior, descubriremos junto con Pablo que no sólo hay puros y mestizos, sino que los humanos han evolucionado en grupos diferentes y desconocidos para los incomunicados puros. Este hecho, junto con la variedad de escenarios provoca, además, que La ciudad vertical sea una obra llena de descripciones, tanto de hechos pasados (importantes para comprender cómo es el presente que se nos muestra) como de lugares distintos (la ciudad vertical, sus capas más bajas, los restos de Madrid, la nueva naturaleza que lo circunda…). Y aunque me consta que a otros lectores le parecían excesivas y pesadas, yo las he disfrutado mucho. 

¿Por qué? Porque como ya os he comentado más de una vez, siempre me ha sorprendido la facilidad de algunos escritores para escribir y plasmar mundos nuevos. Y porque en una obra en la que todo es tan diferente a nuestra realidad, para mí es de agradecer que se den explicaciones sobre cuáles son esos cambios, ya sea cómo son las personas que lo habitan, cómo se organizan, cómo ha cambiado la naturaleza en la superficie o cualquier otra diferencia que haya podido pensar el autor.

En contrapartida a todo lo positivo, hay un detalle que no me ha gustado: durante la lectura he encontrado unas cuantas faltas de ortografía o despistes (escribir un “se” en lugar de un “si”, por ejemplo). No han sido excesivos, pero alguno ha llegado a entorpecerme la lectura (es lo que tiene ser profesora y haber trabajado de correctora hace unos años… jiji).

En resumen, y a pesar de ese detalle negativo, La ciudad vertical ha sido una novela que me ha parecido muy entretenida, ingeniosa y que me ha gustado mucho por motivos muy diferentes. Entre ellos, no puedo olvidarme del más importante, la dura crítica del autor al mostrar una sociedad racista que se deshizo de gran parte de la población por el hecho de ser diferente. Una sociedad elitista que engaña a su rebaño y lo mantiene en la ignorancia para que unos pocos puedan seguir prosperando. Una historia en la que descubrimos que no todo es lo que parece, así como la importancia de conocer nuestro pasado y los peligros que puede conllevar el olvido y la censura para una sociedad. 

Lo mejor: la crítica social, la capacidad inventiva del autor

Lo peor: alguna escena inocua sobrante

Deberías leerlo si te gustan las distopías críticas y con aventuras. Eso sí, hay que tener en cuenta que los personajes son adultos, y no adolescentes.

Puedes leer las primeras páginas (y descargarlo gratuitamente) en la página de Amazon.