El infinito en un junco. Irene Vallejo

Ficha técnica

Título: El infinito en un junco

Autor: Irene Vallejo

Número de páginas: 452

Año de publicación: 2019

ISBN: 9-788417-860790

Sinopsis

El libro, vehículo en el que viajan las palabras que inventamos, responde al ansia del ser humano por dejar su huella en el mundo. Ha recorrido un largo camino hasta ser el objeto que hoy conocemos: amenazado por el agua y el fuego, pero con una razonable capacidad de supervivencia. No siempre fue así. Los libros de humo, de arcilla, de tela, de junco…fueron un fruto efímero del esfuerzo por perpetuar las historias y el conocimiento. Este libro rinde homenaje a todos sus hermanos e inmortaliza su existencia más allá del tiempo y el espacio.

Acerca de la autora

Irene, zaragozana apasionada de la literatura y la filología, se dedica a la investigación y divulgación de los autores clásicos. Imparte conferencias y cursos, publica columnas en El Heraldo de Aragón y El País, y, además, escribe libros. Su primera novela, La luz sepultada, se editó en 2011. Desde entonces ha escrito para adultos, jóvenes y niños. El infinito en un junto es un canto al mundo antiguo, a los libros, a la Historia, al pasado, al futuro. Con él ganó el Premio Nacional de Ensayo 2020.

Reseña

Resulta curioso que uno de los grandes superventas del último año no lleve la firma de Ken Follet, Pérez Reverte o algún otro de los escritores extranjeros y patrios cuyo nombre es sinónimo de bombazo literario. Es todavía más rocambolesco que el libro en sí no sea una novela, ni unas memorias polémicas, ni gire en torno a la temática de moda en periódicos y platós. No. La obra que ha vendido más de 150.000 ejemplares en el último año es un ensayo sobre el libro como objeto y vehículo de la palabra. ¿Estamos locos?

Pues yo que me alegro, la verdad. Leo poco ensayo y todavía menos poesía, soy chica de novela. Me cuesta salir de la comodidad de una buena historia y de unos personajes que me atrapen, de los giros inesperados y los finales que lo mantienen a uno insomne. Aún así, me ha sido muy fácil sentir la misma avidez por El Infinito en un junco, una canción de amor a los libros, a la literatura y al coleccionismo. Es, en realidad, una historia, una epopeya casi novelada con el libro como héroe y protagonista absoluto. El ser humano, las bibliotecas, las escuelas, los talleres, las imprentas… Son personajes secundarios y escuderos del libro, objeto que trasciende su forma física y se sitúa en el centro de la mente y el corazón de toda la humanidad.

No es difícil, de todas formas, dejarse llevar por la prosa de Irene. Se aleja del lenguaje técnico y farragoso que muchas veces tememos encontrar en los textos de no ficción, de las carambolas lingüísticas y las frases encadenadas que comparten muchos ensayos y que desaniman a cualquier profano del tema. En este caso, la zaragozana aborda la historia del libro con una narrativa muy lírica, que da a cada capítulo un aire algo poético sin resultar nunca cursi ni remilgado.

El enfoque es, además, muy atractivo. Hay multitud de ensayos -muchísimos de ellos maravillosos- que repasan la historia de la literatura o la evolución de uno u otro género. Este, sin embargo, pone el ojo en el libro como objeto físico desde su forma más rudimentaria hasta los formatos que nos ofrecen las últimas tecnologías. Ese foco en el objeto apela al alma coleccionista de los lectores voraces, especialmente a aquellos que acumulamos ejemplares en casa y soñamos con tener una biblioteca personal como la de Umberto Eco. Al final, las bibliotecas no dejan de ser colecciones que responden a la necesidad humana de atesorar.

En definitiva, una obra imprescindible que nos hace reflexionar, no solo sobre la palabra escrita, sino también sobre el material que la contiene. Un lienzo al que solemos conceder escaso valor y que, como un fiel guardián, ha preservado las historias que amamos y las ha protegido del tiempo y los elementos. Como David contra Goliat.

Lo mejor: Que un ensayo sobre el libro haya llegado a la vigesimosexta edición es toda una proeza. El estilo de Irene, que cuenta cosas apasionantes con palabras bonitas, lo explica.

Lo peor: Me habría gustado una profundidad algo mayor de la historia del libro a lo largo de los últimos siglos. El grueso del ensayo se centra en la época clásica, especialidad de la autora.

Deberías leerlo si eres de los que, antes de leer un libro, se toma un minuto para mirarlo, tocarlo y olerlo.