Las cenizas del día. Colin Harrison

Ficha técnica

Título: Las cenizas del día

Autor: Colin Harrison

Número de páginas: 447

Año de publicación: 1994 (original de 1993)

ISBN: 9-788401-325892

Sinopsis

A Jack Whitman no siempre le ha sonreído la suerte. Años atrás, la violencia de las pandillas neoyorquinas segó las vidas de su mujer y de su hija no nacida. La cólera y la desesperación de Jack le impulsaron ciegamente hacia adelante en aquello que podía controlar: el trabajo. Así lo encontramos ahora, en el piso treinta y nueve de una de las empresas más poderosas del mundo, la Corporación. Lleva una vida solitaria, de ejecutivo de éxito, cuyo equilibrio se tambalea cuando conoce a Dolores, una mujer de clase humilde muy bella. Jack queda atrapado en una relación tormentosa que le lleva a poner en peligro su carrera, su fortuna y a sí mismo.

Acerca del autor

Colin Harrison vive en Nueva York, escenario de la mayoría de sus vertiginosos thrillers. A diferencia de sus protagonistas, ejecutivos agresivos que se enfrentan a los bajos fondos de una ciudad hostil e implacable contra el fracaso, Colin se dedica en cuerpo y alma a la escritura: ha publicado una decena de novelas y ha sido, durante más de una década, redactor jefe de Harper’s Magazine. Entre sus obras más célebres figuran Havana room y Manhattan nocturno.

Reseña

Si leemos el argumento de la novela de Colin Harrison sin saber dónde se ubica, Nueva York es la primera ciudad que se nos va a venir a la mente. Hay algo en la salvaje jungla neoyorquina que inspira historias como esta: la de ejecutivos agresivos, profesionales de éxito en la cúspide de sus carreras, triunfadores con carrera y fortuna que se encuentran, de repente, al borde del abismo. Nueva York parece abarcarlo todo: lo más brillante, la ostentación, el lujo, la cima del mundo y, al mismo tiempo, lo más oscuro, el peligro, la violencia, la garra de acero de la miseria y el fracaso. La misma ciudad que te encumbra te acaba engullendo con idéntica facilidad. Tal vez sea ese miedo a una más que plausible caída lo que genere tantas novelas similares: nadie está a salvo del acecho del fracaso.

Las obras de Harrison abordan ese enfrentamiento entre lo más alto y lo más bajo desde diferentes perspectivas. En este caso, la de un ejecutivo de éxito, solo desde la muerte de su mujer, que entra en contacto de forma fortuita con una joven bellísima de familia inmigrante y humilde. Él se obsesiona con ella hasta el punto de poner en peligro todo lo que ha conseguido hasta entonces. Es, en realidad, la historia de una lucha entre razón e instinto, entre lo cerebral y lo animal, que lleva a nuestros protagonistas a un límite en el que aquello que moralmente se negaría uno a hacer se desdibuja.

Me ha recordado mucho a La hoguera de las vanidades, la obra cumbre de Tom Wolfe. Aunque no llega a su nivel de profundidad – en la novela de Wolfe, un alto ejecutivo blanco y neoyorquino mata por accidente a un joven negro y se ve atrapado por un sistema judicial viralizado que intenta, a costa del futuro del protagonista, probar que no es racista-, sí que aborda temas de cierto calado social: el pisoteo al débil, el machismo, la vulnerabilidad de los niños, la extrema violencia de las zonas degradadas de la ciudad.

Es interesante cómo Harrison aborda las relaciones entre hombres y mujeres. Hay, a primera vista, dos modelos femeninos en la novela: uno es el de Samantha, compañera de trabajo de Jack, la única mujer en un mundo de hombres, que se abre paso hacia la cima con su inteligencia y ambición. La otra es Dolores, inmigrante dominicana, sin trabajo, dedicada al cuidado de su hija pequeña y, en apariencia, vulnerable a la obsesión de un hombre rico. La realidad no podría ser más distinta: Dolores, al igual que Samantha, es una mujer fuerte que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo.

Otros personajes dan forma a una historia tan vertiginosa como verosímil. Hector, el marido de quien Dolores huye, encarna la desesperación. Morrison, el jefe de Jack, la ambición desmesdida. Beales, compañero de trabajo, la crueldad y la necesidad de pasar por encima del otro. Y Robinson, el limpiabotas negro que trabaja en el edificio de la Corporación, una reminiscencia de otro tiempo, es, contra todo pronóstico, el mejor ejemplo de integración en la oficina.

Es una novela cruda y brillante que muestra lo mejor y lo peor de lo que es capaz el ser humano, poniendo de relieve cómo todo aquello que nos obsesiona -el trabajo, el dinero, el éxito- palidece ante los instintos animales que nos obligamos a esconder. Una historia de desamor, ascenso y fracaso bajo el cielo inclemente de la ciudad más salvaje del mundo.

Lo mejor: La relación entre Jack y Maria, la hija pequeña de Dolores, humaniza a los personajes y suaviza una historia que sin ella no dejaría hueco a la esperanza.

Lo peor: El final de la relación entre Jack y Dolores me ha dejado un regusto algo amargo. No podían tener un final de cuento, pero no sé si esto es lo que esperaba para ellos. 

Deberías leerlo si te gustan los thrillers con ese componente humano y social que impregna las historias de Nueva York de los ochenta y noventa.