Efemérides. Seis autores nacidos en enero

¡Hola de nuevo!

A los que no leísteis mi reseña del otro día... Espero que entrarais con muy buen pie en este año nuevo, y que sea mucho, mucho mejor que el que dejamos atrás. Por mi parte, no puedo quejarme. Pero no he venido aquí a hablar de mi persona, sino a emprender un nuevo viaje efemérico. ¿List@s? 

Lo iniciamos, esta vez, en Gijón (Asturias) un 5 de enero. Ese día de 1744 llegó al mundo Gaspar Melchor de Jovellanos. Escritor, jurista y político ilustrado, trabajó todos los géneros, pero destacó por sus ensayos de economía, agricultura, política, costumbres locales y filosofía. Estos estaban cargados de ideas progresistas y con ansias de reforma típicas del despotismo ilustrado. Jovellanos fue miembro de la Real Academia de la Historia, la Real Academia de San Fernando y la Real Academia Española a lo largo de varios años. En 1790, regresó a su tierra natal y fue el precursor de la formación del Real Instituto de Náutica y Mineralogía de Gijón. De sus obras, cabe destacar su Informe sobre la ley agraria, donde defendía la eliminación de los obstáculos a un mercado más libre y justo para los agricultores pequeños, junto con una mejora de la enseñanza para hacerla más práctica. A nivel más literario, queremos nombrar su única tragedia El pelayo y su única comedia El delincuente honrado.

Seguimos en tierras españolas, pero unos siglos antes, para dar al bienvenida a Baltasar Gracián el 8 de enero de 1601. Considerado uno de los grandes autores del Siglo de Oro español, sus escritos son conceptistas. De hecho, su obra Agudeza y arte de ingenio lo convirtió en el mayor teórico de su época de esa corriente, que busca la expresión mínima como medio para expresar el máximo significado (mot juste o concepto), jugando a su vez con los significados de las palabras y la relaciones ingeniosas que pueden establecerse entre ellas. El libro más importante de Gracián es El Criticón. Publicado en tres partes a lo largo de la década de 1650, recopila y amplía de forma novelada toda su obra anterior. En él, vivimos una alegoría de la vida del hombre mediante dos personajes: Andrenio, la juventud, el ímpetu y la falta de experiencia, en contraposición de Critilo, imagen de la experiencia y la prudencia. De tono pesimista, Gracián muestra en ella su visión de la existencia humana, cargada las desilusiones que la vida le ha acarreado. Junto con El Quijote y La Celestina, se considera una de las obras clásicas españolas más relevantes a nivel histórico y literario. 

Ahora viajamos a tierras mexicanas en busca de Carlos Pellicer, que nació el 16 de enero de 1897. Museólogo, político y poeta, formó parte de numerosos proyectos contra el analfabetismo en su país. En ellos, quería emular el trabajo de los primeros evangelizadores, de modo que los misioneros voluntarios lucharan por que todo el mundo aprendiera a leer y a escribir. Pasó varios años exiliado por mostrarse a favor del vasconcelismo, pero tras regresar a su tierra se dedicó a actualizar y modernizar museos de México. De hecho, el Museo de Arte Prehispánico Carlos Pellicer está formado por piezas arqueológicas donadas por él. También se dedicó a la enseñanza universitaria. A nivel político, llegó a ser senador. A nivel literario, fue poeta de la generación de Los contemporáneos mexicanos, es decir, vanguardista, innovador y moderno en su arte. En 1964 recibió el Premio Nacional de Literatura y Lingüística. Algunas de sus obras son Colores en el mar y otros poemas, Esquemas para una oda tropical o Ara virginum. 

Regresamos a Europa, pero a tierras austríacas en el siglo XIX, donde el 19 de enero de 1868 vio la luz Gustav Meier, de nombre artístico Gustav Meyrink. Hijo ilegítimo de un barón con una actriz poco conocida, su familia paterna no lo reconoció hasta ser un escritor famoso. Entonces le ofreció usar su apellido, oferta que él declinó. No es de extrañar, por lo tanto, que muchos personajes de sus obras sean ancianos nobles de costumbres caducas y ridículas y actrices fracasadas. Meyrink trabajó como banquero un tiempo, labor que combinaba con su carrera literaria, hasta que fue acusado de fraude. A partir de ahí, decidió dedicarse en exclusiva a la escritura y la traducción (por ejemplo, de Dickens). Además, fue miembro de la orden mística Golden Dawn. Autor de género fantástico, su primera novela El Golem, inspirada en la tradición hebrea, se considera un clásico del s. XX de este género. En general, sus obras toman material del folclore europeo que reinterpretan desde el esoterismo y el simbolismo. Como temas recurrentes, se sirvió del sueño como portal a otra dimensión, el doble y la idealización de la mujer amada. Además de novelas (La noche de Walpurgnis) también escribió relatos (Cuentos alquimistas, La muerte dorada). 

Vamos ahora a un autor al que le tengo especial cariño, pese a no haber leído mucho de él: Robert Burns. Nacido el 25 de enero de 1759, es el mayor exponente de la poesía escocesa. De hecho, su poema Auld Lang Syne se considera himno de despedida en los países de habla inglesa. Pionero del movimiento romántico, es un icono cultural en Escocia, debido a la influencia de su obra en la literatura de esta nación. Su obra abarca temas del folclore y la cultura escocesa desde la perspectiva de las clases más humildes. Su estilo se caracteriza por la espontaneidad y la sinceridad de un modo directo, donde trabaja con la intensidad y la ternura de algunos de sus versos en contraposición al humor y la sátira de otros más críticos. De ideas republicanas y progresistas, trató temas como la pobreza, la sexualidad o la iglesia. 

Y no podíamos terminar este primer viaje del año sin nombrar, al menos, a una mujer. El 30 de enero de 1820 llegó al mundo Concepción Arenal. Esta española de ideología liberal, fue activista por los derechos civiles en general y de la mujer en particular. Por ello, es conocida como precursora del feminismo en España, así como del trabajo social. De hecho, para poder licenciarse en derecho fue a la universidad disfrazada de hombre hasta que la descubrieron. Del mismo modo, años después ganó un concurso convocado por la Academia de Ciencias Morales y Políticas con su obra La beneficencia, la filantropía y la caridad, pero para ello, tuvo que presentarlo bajo el nombre de su hijo Fernando, que por entonces tenía diez años. Además, fue la primera mujer visitadora de cárceles de mujeres. De su experiencia esos dos años, habló en su ensayo Cartas a los delincuentes y en su Oda a la esclavitud, donde denunció la situación de los presos. Cabe destacar, además, informes y ensayos sobre la situación de la mujer y la necesidad de un cambio para la mejora de esta mediante su educación, como El trabajo de las mujeres. Concepción arenal tiene dedicadas calles y monumentos en España, Argentina y Urugay.

Y con esta autora nos despedimos ya de vosotros. Recordad que, si tenéis curiosidad sobre otros autores nacidos este mes, podéis revisar las efemérides anteriores: 2018, 2019 y 2020.