martes, 28 de noviembre de 2017

Congratulations, dear Swift!

Pocos autores tendrían la genialidad de comparar al ser humano con una escoba; menos aún osarían hablar de lo bueno que es no retener las ventosidades o, si dieran consejos para escaquearse del trabajo, lo harían en serio (y seguramente de forma anónima, para no ser "pillados"). También resultaría impensable que alguien dedicado a la religión, criticara a su propia iglesia. Y ni qué decir tiene que, en los tiempos que corren, nadie se atrevería a dar consejos públicamente a los políticos para aprender a mentir bien a los ciudadanos... siempre por su propio bien, claro. Por todos estos motivos, y unos cuantos más que se quedan en el tintero, hoy queremos rendir homenaje a Jonathan Swift, quien el 30 de noviembre de este mismo mes cumpliría 350 años.


Doy por sentado que, en un principio, este autor no requiere de presentación, puesto que es famoso por haber escrito Los viajes de Gulliver, una sátira que critica tanto la naturaleza humana como los relatos de viajes. Y no es de extrañar, ya que esta obra se considera un clásico de la literatura universal. Sin embargo, también es probable que muchas personas al escuchar ese título sólo recuerden alguna de las adaptaciones fílmicas que se han hecho de esta novela a lo largo del tiempo. Para su desgracia, he de decir, pues con cada adaptación se ha ido perdiendo la dura crítica social que respira el original, hasta (a veces) quedar simplificada a una serie de aventuritas divertidas y disparatadas por parte del protagonista, más o menos fieles a lo que sucede en la novela, además.

Igual de triste me parece que muchos desconozcan el hecho de que este escritor irlandés fue muy prolífico, llegando a escribir artículos, ensayos y planfletos; y que todos ellos se caracterizaban por un estilo muy vivo, un sentido del humor muy agudo y una crítica desgarradora a la sociedad de su época.

Por eso, hoy no queremos hablar de Gulliver, ni sus viajes, ni la importancia de esa obra, sino que preferimos dedicar este homenaje a aquellos escritos no tan conocidos por todos que, a nuestro parecer, no tienen el lugar que se merecen en nuestra memoria literaria. No deberíamos olvidar, por ejemplo, su primera novela La batalla entre los libros antiguos y los modernos. Como su nombre indica, se trata de una diatriba en una biblioteca entre los ejemplares de clásicos de la literatura y las novedades editoriales de aquel momento. En esta batalla, Swift mostraba cómo, en el umbral de la ilustración, tanto el progreso y las artes, así como el lugar del hombre en el orden de la Naturaleza, iban a verse cuestionados y reinventados por una nueva forma de ver y entender el mundo. 

Tampoco podemos dejar de lado sus propuestas inusuales para terminar con la hambruna y la crisis de la Irlanda de su tiempo. Y es que en su ensayo Una proposición modestaPara evitar que los niños de la gente pobre de Irlanda se conviertan en una carga para sus padres o para el país, y para hacer que sean de provecho para el público (subtítulo un tanto largo, pero prometedor) Swift proponía una forma peculiar de acabar con todos los problemas económicos del estado. ¿Cuál? Os preguntaréis. Que los padres que no pudieran mantener a sus hijos, los vendieran a familias ricas para que se los comieran o, si eran ahorradores, antes los desollaran para hacerse accesorios con sus pieles. Se trata de un escrito para reírse de principio a fin de lo absurdo de sus ideas pero, aún así, está redactado con tal seriedad que algunos de sus lectores coetáneos se lo tomaron en serio y se horrorizaron ante unas propuestas de tan mal gusto.

También merece mención su Historia de una barrica. Dividida en varias formas de digresión y partes de una "historia", en esta obra Swift criticaba la religión, el fanatismo y la imposición de unas creencias sobre otras en un intento de ganar más poder sobre la sociedad. A su vez, también se mofaba de la forma en que se interpretan las escrituras o cómo la lectura de la Biblia sólo quedaba relegada a unos pocos eruditos escogidos. Seguramente para muchos sea comprensible, pero quizás resulte más extraño (o al menos valiente) si tenemos en cuenta que el mismo Swift fue clérigo durante parte de su vida.

Si bien hasta ahora he hablado de obras satíricas de "temática seria" (por llamarlo de alguna manera), y aunque ya lo he anunciado al principio de esta entrada, he de repetir que personalmente me maravilla que a un autor de su época se le ocurriera y tuviera el valor de escribir sobre El beneficio de las ventosidades. En este tratado Swift defendía y justificaba lo sano que es tirarse pedos y las horribles consecuencias que puede tener contenerlos de forma continua, sobre todo en el caso de las mujeres. Del mismo modo, me siento en la obligación de nombrar de nuevo sus Instrucciones a los sirvientes, llenas de trucos para llevar una vida laboral mucho más tranquila... a no ser que tu amo pretenda que trabajes de forma seria. Para terminar, tampoco puedo dejar de recomendaros sus Propósitos cuando llegue a viejo, listado lleno de algunas de las cualidades o hechos que caracterizan a la tercera edad a modo de "crónica de una senectud anunciada".


Aunque aquí haya nombrado unos pocos, muchos otros de sus textos son recomendables, y ningún resumen o descripción que os haga se acercará mínimamente a la grandilocuencia de Swift, a su ironía, su sarcasmo, sus "verdades como puños" y su crítica ácida. Así que sólo me queda proponeros que, para celebrar el 350 aniversario de su nacimiento, le deis una oportunidad a este gran autor que, tópicos aparte, la mayoría de nosotros desconocemos. ¡Felicidades, maestro!

6 comentarios:

  1. No hemos leído nada de este autor, así que nos lo apuntamos! Magnífico post 💓 ¡Saludos!

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    1. ¡Hola, El enfermo literario!,
      Nos alegramos de haberos acercado la figura de este autor y haberos descubierto algunas de sus obras :) Ya nos diréis si en el futuro os animáis a leer algo.
      ¡Hasta pronto!

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    2. Muchas gracias por el comentario. Algunas de las propuestas son breves, así que si os ponéis con ellas, informadnos :)

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  2. ¡Hola!
    Qué buen homenaje le habéis hecho a Swift :D Precisamente, quería recomendaros "A modest proposal", aunque veo que ya lo conocíais ;) Y sí, la verdad es que las propuestas son un poco de mal gusto, jajaj.
    He de decir que no disfruté demasiado con "Los viajes de Gulliver" porque mi profesor tuvo la genial idea de que nos leyéramos solo la última parte... Entre eso y que era una de las primeras asignaturas de literatura que di en la carrera, me perdí bastante. Eso sí, no descarto leerlo entero y por derecho algún día ^^
    Una entrada estupenda :D

    ¡Un beso!

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    1. ¡Hola, Mari!,
      Muchas gracias por tus palabras. Nos hacen mucha ilusión :)
      No me extraña que no disfrutaras de la lectura, viendo lo visto. Ya nos contarás si lo relees en el futuro y cambiar de opinión ;)
      ¡Hasta pronto!

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    2. ¡Muchas gracias, Mari! Pues en la universidad fue donde a mí me "destaparon" al Swift más allá de Los viajes de Gulliver, con lo que cuando vi que era su aniversario, me dije: ¡tengo que aprovechar! Jiji Me alegro de que te haya gustado :)

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