Título: Cosas que los nietos deberían saber.
Autor: Mark Oliver Everett.
Editorial: Blackie Books.
Número de páginas: 224 p.
Precio: 21 € (tapa dura).
ISBN: 9788493736217
Sinopsis:
Mark Oliver Everett, el llamado ‘Kurt Vonnegut’
del rock, líder y cerebro de Eels, banda que Bush II intentó
prohibir por nociva –cosa que honra al menos a la banda- es hijo
del físico cuántico Hugh Everett, que se perdió en su propia y
notable interpretación de los universos múltiples hasta que E, como
también se conoce al autor de este libro, encontró su cadáver. Así
empezaba un ciclo de desgracias que culmina en una rara y preciosa
autobiografía musical. Y es que la desgracia siempre dio mejores
historias, y mejores canciones, sobre todo si son de Everett.
Acerca del autor:
Mark Oliver Everett es el verdadero nombre de uno de los músicos
más eclécticos de las últimas décadas: Eels. Nacido un 10 de
abril de 1963 en Virginia (Estados Unidos), durante sus primeras
etapas vitales vivió bajo la sombra de ser el hijo del afamado
físico Hugh Everett III, pero la ciencia nunca apareció ante sus
ojos como una pasión primaria (y necesaria). Mientras tanto, la
música rápidamente consiguió ocupar ese vacío, físico, mental y
emocional, iniciando su carrera discográfica en 1992 de la mano del
sello Polydor con el álbum A man called E, al que le seguiría
Broken Toy Shop. Tras esta primera toma de contacto, Everett
decidió convertir su proyecto en un grupo bajo la apariencia de
Eels, formato en el que publicó E. Desde entonces, el artista
norteamericano ha pasado por diversos estilos y tonteado con la
prosa, tal y como hemos comprobado con Cosas que los nietos
deberían saber (Blackie Books, 2008).
Reseña:
Tanto en España como en el resto del mundo, cuando un artista
cambia de disciplina fácilmente saltan las mentes cerradas que ven
con malos ojos esa iniciativa hacia otras artes. Si eres cantante nunca sabrás declamar ante una cámara. Si eres bajista no quieras escribir libros
porque será imposible que se te dé bien. Pobres almas en desgracia
que decía la maléfica Úrsula. Como a servidora le gusta indagar
sobre las vidas de otros, no podía ver con mejores ojos estas
particulares memorias del atípico cantante Eels en este Cosas que
los nietos deberían saber (Blackie Books, 2008). Y no me
equivocaba.
Mark Oliver Everett, fuera de su ambiente famoso-artístico, es un
tipo cualquiera que lejos de llamar la atención con su aspecto, lo
logra con su mala ceniza. Una persona a la que evitar tanto como
amigo como enemigo. Un gafe. O al menos así lo cree él y así nos
lo demuestra en más de doscientas páginas de biografía autorizada
en la que episodio tras episodio, la desgracia planea a sus anchas.
Sin caer en el derrotismo ni el victimismo ocasional, Everett
consigue enternecer al lector al conocer su historia familiar y sus
vivencias angelinas, haciendo clara demostración de que no todo lo
que brilla es oro y que las grandes ciudades también pueden
convertirse en aislados búnkers mientras tu mundo se desmorona ante
tus ojos y te encuentras atada de manos y pies sin poder evitar el
desastre.
Pese a ese halo sombrío, la lectura de Cosas que los nietos
deberían saber (Blackie Books, 2008) resulta
ágil y fácilmente empática ante la sucesión de fracasos y
victorias tanto en su ámbito personal como en el profesional.
Everett repasa sus años pasados desde su ¿tierna? Infancia hasta
sus tragedias familiares y variadas crisis de identidad. Sin embargo,
lejos de lamerse las heridas y autocomplacerse en sus penurias a base
de speed y whiskey, el autor evita caer en el histrionismo típico de
las biografías de músicos de rock y consigue que cada nuevo
(pequeño) acontecimiento resulte natural, directo y sin aspavientos.
Quizás no se trata del libro que leerás a tus nietos, pero sí se
convertirá en esa lectura a la que recurrir cuando las sombras
superen a las luces. Ambas caminan de la mano en nuestro camino
vital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario