domingo, 26 de noviembre de 2017

¿Quién fue Elena Soriano?

Eso es. ¿Quién fue Elena Soriano? Como aún sigue siendo habitual, el papel de las mujeres en la cultura (y la ciencia y cualquier otra disciplina que venga a tu mente, lector) sigue necesitando de investigadores y medios desde los que dar difusión al periplo que estas figuras realizaron en vida. Dar la justa (y necesaria) importancia a esas precursoras que pusieron toda su energía en recibir un trato igualitario. Es el caso de Elena Soriano.

Elena Soriano nació en la madrileña localidad de Fuentidueña de Tajo el 4 de febrero de 1917, aunque durante su niñez se sintió tan castellana como andaluza debido a su estancia en la tierra de sus padres. Su interés por la literatura fue precoz y desde los catorce años ya publicaba en revistas amateurs. Concluyó sus estudios de Magisterio, pero tuvo que interrumpir los dedicados a Filosofía y Letras debido al estallido de la Guerra Civil. Tras ella, se casa con Juan José Arnedo Sánchez y se produce uno de los acontecimientos que marcará su devenir literario posterior: es vetada en el concurso público de las oposiciones de auxiliar de biblioteca al ser clasificada como roja pese a contar con la mayor calificación de los presentados. Tras ello, tendrá dos hijos y vivirá en un largo exilio interior. Su vida literaria no comenzará hasta 1951 en una historia de amor/odio que solo terminará con su fallecimiento en Madrid el 2 de diciembre de 1996.


Actualmente, el término progresista aparece bajo una pátina peyorativa y, sin embargo, hasta hace unos años su significado se ceñía exclusivamente a su significado original. Aquel que trasgrede por medio de una visión general o focalizada basada en unas ideas más modernas y actuales. Y quizás este sea un correcto adjetivo para definir la obra de Elena Soriano, tanto en sus publicaciones periódicas como en sus libros. Una literatura feminista que trató temas tabú relacionados con la maternidad, el sexo y las relaciones conyugales desde un punto de vista real: el de la mujer. Es el caso de la trilogía Mujer y Hombre (1955), formada por las novelas Medea 55, Espejismos y La playa de los locos (esta última tuvo prohibida su venta y circulación por la censura hasta treinta años después de su publicación). Además, su trabajo como articulista alcanzó su zenit en 1969, año en el que creó, dirigió (e incluso financió) El Urogallo. Esta revista de carácter cultural tenía una periodicidad bimensual y se mantuvo activa hasta 1976, contando con apariciones estelares de nombres como Rafael Alberti, Jorge Guillén o Francisco Umbral.


Elena Soriano fue una mujer de su tiempo que, a pesar de ser eclipsada por el colapso de la Guerra Civil, demostró que era más fuerte que los impedimentos externos. Su pensamiento abierto, progesista y feminista, quiso colocar a la mujer (y madre) en su lugar correspondiente, aportando a la cultura del siglo XX la creación de una de las revistas independientes más interesantes del momento.  




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