Título: Revolucionarios.
Autor: Joshua Furst.
Editorial: Impedimenta.
Precio: 24,50.
ISBN: 978-84-17553-35-7
Sinopsis:
Fred (más conocido como «Freedom» para la gente del «movimiento») es el único hijo de Lenny Snyder, legendario activista, carismático líder intelectual e icono de la contracultura americana de los sesenta. Ahora, alcanzada la mediana edad, Fred descubre que no puede actuar como si su psicodélica infancia nunca hubiera existido. Su mente bulle de recuerdos: su niñez transcurrió entre protestas no violentas y campañas de resistencia armada, entre la brutalidad policial y el terrorismo doméstico. Una infancia salpicada de drogas, manifestaciones incendiarias, constantes cambios de domicilio huyendo de la pasma… Su viejo, Lenny Snyder, fue un profeta, un líder de personalidad magnética, un iluminado capaz de hipnotizar a las masas con sus eslóganes, un predicador del amor libre, un auténtico revolucionario. Un tipo capaz de nominar a un cerdo para presidente y de organizar una «protesta psíquica» con la que se proponían levantar los cimientos del Pentágono a ocho metros sobre el suelo. Pero no supo conseguir el cariño de su hijo y su mujer, a los que siempre trató con desdén.
Acerca del autor:

Short People (2003), y su primera novela, The Sabotage Café (2007), fue incluida en las listas de los mejores libros del año en periódicos y revistas de la talla de Chicago Tribune, Rocky Mountain News y Philadelphia City Paper, además de ser galardonada con el Premio Grub Street Fiction en 2008. Revolucionarios (2019) es su segunda novela, y ha cosechado grandes críticas desde su publicación hace tan solo unos meses, erigiéndose en una obra clave sobre los años sesenta. Además, Furst es un colaborador habitual en medios como The Jewish Daily Forward, Chicago Tribune, Conjunctions y PEN America, y ha recibido diversos galardones en The Best American Short Stories y en los Premios O’Henry. También es miembro fundador de un colectivo literario llamado Krïstïanïa, y sus obras de teatro, entre las que se cuentan Whimper, Myn y The Ellipse and Other Shapes, han sido llevadas a escena en numerosos teatros, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero. Asimismo, Furst participó en la organización del Festival Faust, y fue uno de los productores de la Conferencia RAT de Nueva York en 1998, en la que se dieron cita cientos de artistas y performers del teatro experimental de todo Estados Unidos. Actualmente vive en Nueva York y es profesor en el Eugene Lang College de The New School.
Reseña:
Todas pensamos que vivimos en una época
revolucionaria, donde cada semana ocurre un acontecimiento que será
decisivo para un futuro próximo. Y para aquellos que vienen detrás.
La historia se ha construido desde la pluma de los ganadores y, a la
vez, con la mirada juiciosa sobre los personajes más protagonistas
que se pusieron a la cabeza de estas revoluciones. En ocasiones se
les ha dado un halo siniestro y oscuro y, en otras tantas veces, su
descripción se asemeja a la de un superhéroe de brillante estampa.
Ya sabemos que los prismas para ver una persona cambian tanto como de
ropa interior o cepillo de dientes.
Revolucionarios, a pesar de su nombre, no destaca por una prosa arriesgada ni por su interés en crear al nuevo best-seller de la temporada. Joshua Furst se sirve de Fred (también conocido como Freedom), hijo único de una de las figuras más carismáticas de la contracultura norteamericana, Lenny Snyder, para acercarnos al microcosmos en el que se fraguó una de las revoluciones más influyentes, a corto y largo plazo, de la cultura mundial: la acontecida en la década de los sesenta. En 1967 se vivió uno de los grandes años en lo que a música se refiere, dándonos a los amantes melómanos obras mayúsculas de grupos como The Doors, Jimmy Hendrix, The Beatles, Janis Joplin, Jefferson Airplane o The Rolling Stones. Ahí es nada. Pop, psicodelia y rock se mezclaban en un caldo de cultivo aderezado por el verano del amor y las sustancias psicotrópicas. Vivir como si fuera el último día. Y, desgraciadamente, morir joven.
Revolucionarios nos hace partícipes de esos contextos en los que uno podía convivir estrechamente con alguien llamado a la acción. Y a convertirse en el nuevo Mesías. Como su padre, un predicador del amor libre que iba encandilando a diestro y siniestro a todo aquel que se acercara a su canto de sirena. Fred, protagonista en primera persona de todos estos cambios, decide destapar el cántaro de los misterios y enseñarnos cómo fue su infancia. El lado de la revolución que nunca aparece en los titulares: el de la familia que acompaña a los (anti)héroes. Revolucionarios no es una falsa biografía ni pretende ser un ensayo de cultura contemporánea, pero sí ejecuta a la perfección su función: cómo el éxito puede fractura nuestro abecedario emocional. Aún a pesar de cohabitar en una época cultural inigualable. Y sí, apenas he hablado sobre el libro, pero ¿a qué tenéis ganas de hincarle el diente a este alucinógeno viaje a los años sesenta y setenta?
Lo mejor: su capacidad para meter al lector en el contexto.
Lo peor: que haya llegado a mis manos tan tarde.
Deberías leer la novela si disfrutas de los cuentos actuales dónde la historia es protagonista sin parecerse a una clase de historia a primera hora de la mañana.